La Mariposa (https://www.ecured.cu/Mariposa_(Hedychium_coronarium)) simboliza la delicadeza, la gracia y la esbeltez de las mujeres cubanas, quienes durante las guerras independentistas del siglo XIX tenían la tradición de adornar sus cabellos y trajes con esas flores, donde escondían mensajes para el Ejército Libertador. Por lo que también la consideraban un símbolo de patriotismo y rebeldía. 

Era común encontrarla en jardines y patios o en lugares silvestres con suelos húmedos. Pero el 13 de octubre de 1936 tuvo una connotación especial, al declararla Flor Nacional de Cuba. 

Meses atrás, El Jardín de la Paz ubicado en la ciudad de La Plata, Argentina, convocó a todos los países del continente a enviar su flor nacional. La isla no tenía una flor definida, y para seleccionarla, constituyeron una comisión con importantes personalidades de la ciencia y la cultura nacional, como Don Fernando Ortiz (https://www.ecured.cu/Fernando_Ortiz) y el naturalista Juan Tomás Roig (https://www.ecured.cu/Juan_Tomás_Roig). 

En un inicio propusieron cuatro flores: Galán de Noche, Lino de San Juan, Jacinto de Agua y la Mariposa Blanca. Pero al analizar sus características acordaron que esta última sería la elegida. 

A pesar de no ser oriunda de la isla, consideraron que aquí encontró el hábitat perfecto. Se tuvo en cuenta el significado de paz por su blancura, el diseño de sus pétalos, símbolo de la pureza inmaculada abierta a todos de manera permanente. El sentido de unidad de sus flores sujetas a un mismo tallo y la imagen de energía y alegría que deriva de la asociación con la mariposa, de la cual proviene su nombre. 

De esta manera quedó aprobada la Mariposa Blanca como la Flor Nacional de Cuba, hecho ocurrido en la actual Quinta de los molinos, entonces, Jardín Botánico de La Habana, la cual representó a nuestra nación en el Jardín de la Paz, desde el 19 de noviembre de 1936, junto a las flores nacionales de otros países.