El médico neurólogo austriaco, Sigmund Freud, uno de los más destacados del siglo XX, y reconocido mundialmente como el padre del psicoanálisis, falleció hace 80 años, el 23 de septiembre de 1939, en Londres, Inglaterra, no sin antes legar a la humanidad una vasta y controvertida obra.

Sigismund Scholomo Freud, como originalmente se llamaba, nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg, Moravia, Imperio austríaco, actual Příbor en la República Checa. A pesar de las dificultades económicas de su familia, ingresó en la Universidad de Viena, donde se graduó de Doctor en Medicina, y vivió prácticamente toda su vida.

En un inicio ejerció la neurología, en específico la parálisis infantil y los problemas de lenguaje. Fue el primero en proponer el uso terapéutico de la cocaína, como estimulante y analgésico. Realizó varias investigaciones sobre este estupefaciente y demostró sus propiedades como analgésico local. Luego publicó varios artículos sobre este tema. Dicen que realizó un intento frustrado de curar con cocaína a un amigo adicto a la morfina, pues sólo consiguió agregarle una nueva adicción. Según se plantea, el propio Freud consumió esa droga en un período de su vida.

Se casó con Martha Bernays y abrió una clínica privada, especializada en desórdenes nerviosos, en 1886. Comenzó a tratar la histeria y la neurosis mediante el uso de la hipnosis. Luego comprobó que esas curas eran temporales por lo que ideó un instrumento psicológico para explorar la personalidad, llamado “asociación libre”. A través de este descubrió la parte inconsciente de la vida psíquica.

En 1900 publicó “La Interpretación de los Sueños”, considerada su obra más importante e influyente y luego “Tres ensayos sobre la teoría sexual”, entre otras. A partir de ese momento surgió una nueva manera de conocer y entender el pensamiento humano: el psicoanálisis.

La Universidad de Clark, en Worcester, Massachusetts, le confirió el título honorífico Doctor Honoris Causa en 1909 y fue invitado a impartir varias conferencias en Estados Unidos, para divulgar el psicoanálisis. Este fue el primer reconocimiento internacional y oficial de su trabajo, aunque años más tarde encontró varios detractores, que lo consideraban sin basamento científico.

No obstante, es considerado uno de los psicólogos más famosos de la historia por sus aportes a esta ciencia, como el estudio de la conducta normal, la amnesia, la angustia, los sueños, la personalidad, el desarrollo psicosexual y los motivos inconscientes.

En su teoría plantea la existencia de una capa preconsciente entre el consciente y el inconsciente. Según Freud, las ideas, motivos y recuerdos inconscientes ejercen una gran influencia en nuestro comportamiento, manifestado en los deslices verbales, los sueños, los síntomas neuróticos, entre otros.

En el campo de la filosofía su obra tuvo gran impacto, en especial en la Escuela de Fráncfort y la Teoría Crítica. Muchos filósofos han analizado sus teorías y sus implicaciones en el pensamiento occidental.
Le diagnosticaron cáncer de mandíbula en 1923, al parecer por su hábito de fumar, por lo que fue operado 33 veces. Como consecuencia tuvo que utilizar prótesis de paladar, la cual le dificultaba su capacidad del habla. A pesar del sufrimiento que esto le provocó nunca dejó de trabajar como psicoanalista ni de publicar artículos, ensayos y libros.  

Foto: Ecured

Cuando la anexión de Austria por la Alemania nazi, en 1938, sus libros fueron quemados públicamente y su familia sufrió un enorme acoso debido a su condición judía. Por esa causa tuvo que refugiarse en Londres donde falleció al año siguiente. Para esa fecha había avanzado la enfermedad y padecía de terribles dolores, por lo que le pidió a su médico que acabara con su sufrimiento. Dicen que murió luego de suministrarle tres inyecciones de morfina. 

Referecias: Enciclopedia biográfica en línea: Biografía y vidas y Enciclopedia cubana Ecured