El célebre científico alemán, Barón Alejandro de Humboldt , quien realizó innumerables aportes a la geografía universal y a la ciencia cubana, nació en Berlín hace 250 años, el 14 de septiembre de 1769.
Su padre era militar y su madre heredera de una fortuna de un matrimonio anterior. Durante su adolescencia quería dedicarse a la carrera militar pero su familia lo hizo desistir. En su juventud comenzó a trabajar como funcionario público, pero al morir su madre, decidió consagrarse a sus viajes como investigador. Durante su vida, se especializó en etnografía, antropología, física, zoología, oceanografía, astronomía, vulcanología, entre otras ciencias.
En un principio pensó viajar a África pero, al no poder lograrlo, optó por explorar América del Sur y Centroamérica, en 1799. En esos viajes recopiló gran cantidad de datos sobre la geografía de la región. Para ello recorrió Colombia, Ecuador, México, Estados Unidos, entre otros lugares.
Viajes a Cuba
Estuvo en Cuba en un viaje de Venezuela a Colombia, desde diciembre de 1800 hasta el 15 de marzo de 1801. Luego regresó en 1804, cuando iba de México a Estados Unidos y permanece en la isla del 19 de marzo hasta finales de abril.
En su primer viaje anduvo por varios ingenios para obtener datos de la industria azucarera y constató los horrores de la esclavitud, lo que reafirmó sus ideas abolicionistas.
Gran parte del tiempo se dedicó a organizar una expedición desde la capital hasta Batabanó, donde debía viajar en una goleta hasta Cartagena de Indias. En Batabanó estudió los cocodrilos y en la loma de la Candela, Güines, describió de manera científica a la Palma Real.
La mayoría de los descubrimientos botánicos y zoológicos realizados en Cuba, los envió a Europa en un barco que se hundió frente a las costas de África. Por esa causa, existen pocas ilustraciones acerca de estos estudios, los cuales presentó en los volúmenes dedicados a esas ciencias.
Los viajes de Humboldt a la isla lo vincularon para siempre a su historia. En 1827 publica Ensayo Político sobre la Isla de Cuba, obra de gran importancia en la que da a conocer, por primera vez, la naturaleza y la sociedad de Cuba a europeos y cubanos, como parte de la fama que ya disfrutaba por sus viajes científicos a Europa y América. José de la Luz y Caballero, la reconoció como fuente de inspiración para sus estudios filosóficos y pedagógicos, por lo que le confiere el apelativo de “segundo descubridor de Cuba”, reconocido así por ser Cristóbal Colón el primer descubridor de la Isla.
En 1804 retorna a Europa, específicamente a París, donde conoció a Simón Bolívar. Desde esta fecha y hasta 1827 se estableció en esa ciudad. Allí publicó el material científico recogido en su expedición por América, el cual agrupó en 30 volúmenes con el título: Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente.
En esa época regresó a Berlín, lo nombraron chambelán del rey y se convirtió en uno de sus consejeros. A partir de ese momento cumplió numerosas misiones diplomáticas. También realizó expediciones a Islas Canarias, Rusia y algunas regiones de Asia.
En honor al insigne científico, le confirieron su nombre a varias especies animales y vegetales, elementos geográficos, reservas naturales, así como parques nacionales y monumentos. Entre ellos está el Parque Nacional localizado en Holguín y Guantánamo, provincias orientales de Cuba.
Los últimos 25 años de su vida los dedicó a la redacción de Cosmos, una visión general de la estructura del universo. Falleció el 6 de mayo de 1859 sin dejar descendientes ni fortuna, pero gracias a su vasta obra trascendió como: El Padre de la Geografía Moderna Universal.

![[impreso]](/file/ultimo/ultimaedicion.jpg?1761426608)