Un grupo de revolucionarios a los cuales se les sumaron ciudadanos de la localidad cienfueguera en combinación con oficiales de la Marina de Guerra se alzaron ese día contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Fueron entonces asaltados distintos puntos en poder de los casquitos de la tiranía y efectivos militares enemigos. Los combatientes tomaron durante algunas horas importantes zonas del territorio. 

De igual manera jóvenes capitalinos habían previsto la toma de la Armería de La Habana, y otras instituciones de la policía para lo cual desde el puerto llegaría la señal del inicio de la acción con detonantes de sirenas. 

Foto: Archivo de los Medios de Prensa Cubanos

Sin embargo, problemas de coordinación y de carácter organizativo impidieron el desarrollo integral de la decisiva misión, y varios de los implicados fueron perseguidos y asesinados.

Calles del centro y próximas al litoral habanero registran huellas del audaz acontecimiento que tenía como objetivo también apuntalar las operaciones que desde la Sierra Maestra con el máximo líder Fidel Castro al frente, venían gestándose. 

Foto: Archivo de Granma

Así mismo desde la avenida Ayestarán hasta la intersección de las calles Aranguren y 20 de Mayo fueron también testigo de la heroicidad de algunos de esos muchachos que ofrendaron sus vidas en busca de la libertad.

Y aunque el hecho no logró el triunfo previsto y en la contienda murieron valiosos hijos de la Patria, este tuvo gran trascendencia y mostró a un pueblo indoblegable decidido a continuar la lucha hasta la victoria definitiva, esa que se alcanzó el Primero de Enero de 1959.