El escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti, falleció hace diez años en su casa de Montevideo, a los 88 años de edad. Ese día, el gobierno uruguayo decretó duelo nacional y dispuso que su velatorio se realizara con honores patrios en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo desde las 9:00 de la mañana del siguiente día.

Su extensa obra incluyó más de 80 libros, algunos de los cuales fueron traducidos a más de 20 idiomas. Abarcó los géneros narrativos, dramáticos y poéticos. Recibió numerosas distinciones y condecoraciones.

Fue autor de diversos ensayos, y su voz, recitando sus poemas fue grabada en compañía de Daniel Viglietti o en solitario. Joan Manuel Serrat musicalizó varios de sus poemas en el disco El sur también existe.

Nació el 14 de septiembre de 1920 en Paso de los Toros, Uruguay. Luego la familia se trasladó a Tacuarembó por asuntos de negocios. Tras una fallida estadía en ese sitio, donde fueron víctimas de una estafa, se trasladaron a Montevideo, cuando tenía cuatro años de edad. Entre 1938 y 1941 residió casi continuamente en Buenos Aires, Argentina.

El 23 de marzo de 1946 contrae matrimonio con Luz López Alegre, su gran amor y compañera de vida. En 1949 es miembro del consejo de redacción de Número, una de las revistas literarias más destacadas de la época.

A lo largo de su vida trabajó en numerosos sitios. En Cuba fue Miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas, donde en 1968 funda y dirige el Centro de Investigaciones Literarias, cargo en el cual se mantuvo durante tres años.

Junto a miembros del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros fundó en 1971 el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, una agrupación que pasó a formar parte de la coalición de izquierdas Frente Amplio desde sus orígenes. Fue representante del Movimiento 26 de Marzo en la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio desde 1971 a 1973, pero esta alternativa se vio frustrada por la fuerza. Además, es nombrado director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República, de Montevideo.

Tras el Golpe de Estado en Uruguay de 1973 renuncia a su cargo en la universidad. Por sus posiciones políticas debe abandonar el país, partiendo al exilio en Buenos Aires, Argentina. Posteriormente se exiliaría en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado, para luego instalarse en Cuba.

Al año siguiente, va para Madrid, España. Fueron 10 largos años los que vivió alejado de su patria y de su esposa, quien tuvo que permanecer en Uruguay cuidando de las madres de ambos.

Vuelve a Cuba como exiliado, y se reincorpora al Consejo de Dirección de Casa de las Américas. En 1980 se traslada a Palma de Mallorca. Dos años más tarde inicia su colaboración semanal en las páginas de Opinión del diario El País, de España. Ese mismo año, el Consejo de Estado de Cuba le concede la Orden Félix Varela.

En 1983 traslada su residencia a Madrid, pero en marzo de ese año vuelve a Uruguay, iniciando el autodenominado período de desexilio, motivo de muchas de sus obras. Es nombrado Miembro del Consejo Editor de la nueva revista Brecha, que da continuidad al proyecto de Marcha, interrumpido en 1974.

En 1986 recibe el Premio Jristo Botev de Bulgaria, por su obra poética y ensayística. En 1987 es galardonado en Bruselas con el Premio Llama de Oro de Amnistía Internacional por su novela Primavera con una esquina rota. En 1989 es condecorado con la Medalla Haydé Santamaría por el Consejo de Estado de Cuba.

Posteriormente recibe numerosos premios, títulos y condecoraciones. El 19 de noviembre de 2002 fue nombrado Ciudadano ilustre por la Intendencia de Montevideo, en una ceremonia encabezada por el intendente Mariano Arana.

En 2004 se presentó por primera vez en Roma, Italia, un documental sobre su vida y poesía, titulado Mario Benedetti y otras sorpresas, escrito y dirigido por Alessandra Mosca, protagonizado por Benedetti, y patrocinado por la Embajada de Uruguay en Italia.

El documental fue presentado en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, en el XIX Festival del Cinema Latinoamericano di Trieste y en el Festival Internacional de Cine de Santo Domingo.

En los últimos diez años de su vida, debido al asma y por recomendación médica, alternaba su residencia entre España y Uruguay, tratando de evitar el frío, pero al agravarse su estado de salud permaneció en Montevideo.

Después del fallecimiento de su esposa Luz López, el 13 de abril de 2006, víctima de la enfermedad de Alzheimer, Benedetti se trasladó definitivamente a su residencia en el barrio Centro de Montevideo, Uruguay, por lo que donó parte de su biblioteca personal en Madrid, al Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti de la Universidad de Alicante.

El 18 de diciembre de 2007, en la sede del Paraninfo de la Universidad de la República, en Montevideo, recibió de manos de Hugo Chávez la Condecoración Francisco de Miranda, la más alta distinción que otorga el gobierno de Venezuela por el aporte a la ciencia, la educación y al progreso de los pueblos. Ese mismo año le confieren la Orden de Saurí, Primera Clase, por servicios prestados, condecoración más alta de El Salvador. En 2007, el premio ALBA, otorgado por Venezuela.

En abril de 2009, después de internarlo en Montevideo, se organizó por iniciativa de Pilar del Río (esposa del escritor José Saramago) una "Cadena de Poesía" mundial para apoyarlo. De su extensa obra poética, ponemos a su consideración uno de sus poemas.

TESTAMENTO DE MIERCOLES

a Alfredo Gravina
otro de Tacuarembó

Aclaro que éste no es un testamento
de esos que se usan como colofón de vida
es un testamento mucho más sencillo
tan sólo para el fin de la jornada

o sea que lego para mañana jueves
las preocupaciones que me legara el martes
levemente alteradas por dos digestiones
las usuales noticias del cono sur
y una nube de mosquitos casi vampiros

lego mis catorce estornudas del mediodía
una carta a mi mujer en que falta la posdata
el final de una novela que a duras penas leo
las siete sonrisas de cinco muchachas
ya que hubo una que me brindó tres
y el ceño fruncido de un señor
que no conozco ni aspiro a conocer

lego un colorido ajedrez moscovita
una computadora japonesa sin pilas
y la buena radio en que está sonando
el español grisáceo de la bibicí
ah la olivetti y el cepillo de dientes
no los lego porsiaca

lego tropos y metáforas de uso privado
que modestamente acuñé en la tarde
por ejemplo el astillero en que reparo mis sueños
el pájaro aleatorio que surge del crepúsculo
la cortina de lluvia que miro y no descorro
lego un remordimiento porque es aleccionante
y un poco de tristeza porque es inevitable
también mi soledad con la ilusión
de que el jueves resuelva no admitirla
y me sancione con presencias varias

lego los crujidos de mis viejas bisagras
también una tajada de mi sombra
no toda porque un hombre sin su sombra
no merece el respeto de la gente

lego el pescuezo recién lavado
como para un jueves de guillotina
una maceta con hierbabuena
y otra con un boniato que me hastía
ya que esta cargante convolvulácea
me está, invadiendo el cuarto con sus hojas

lego los suburbios de una idea
un tríptico de espejos que me agrede
el mar allá al alcance de la mano
mis cóleras por orden alfabético
y un breve y curioso estado de ánimo
que todavía no sé si es inocencia
o estupidez malsana
o alegría

sólo ahora lo advierto
en paredes y anaqueles y venas
en glándulas y techos y optimismos
me quedan tantas cosas por legar
que mejor las incluyo en otro testamento
digamos
el del viernes.