Eugenia Palomares Ferrales, hija adoptiva de Celia Sánchez Foto: Oilda Mon

Eugenia Palomares Ferrales, nació en una cueva de la Sierra Maestra, en medio de la lucha insurreccional. A los 8 años fue adoptada por Celia, quien era su madrina, cumpliendo con una promesa que le había hecho a su padre. Recuerda a su mamá con gran amor, admiración y respeto, pero sobre todo no olvida la firmeza y rectitud de su carácter, que influyó de manera significativa en su vida y la convirtió en una mejor persona.

En la actualidad es Licenciada en Historia y Ciencias sociales, y labora como maestra de preuniversitario. Ha publicado dos libros: Bajo el sol de la sierra, de 2013; y Celia, mi mejor regalo, de 2015. Actualmente escribe sobre los educadores más importantes del siglo XX, donde destaca a Celia como educadora social.

Con la espontaneidad que la caracteriza, intercambió con Tribuna de La Habana: “Celia era una mujer muy independiente y sabía hacer de todo. Recuerdo que dormía muy poco, tenía mucho trabajo, se reunía desde las 5:00 de la mañana. Siempre estaba pendiente a los problemas del pueblo a través de nosotros, para darle solución. Tenía mucha responsabilidad, pues atendía cuatro direcciones del Consejo de Ministros y del Consejo de Estado, pero siempre tenía un momento para atendernos, a mí y a otros tres niños que cuidaba, que eran casos sociales.

“Vivir con Celia fue un placer inmenso y además, un proceso de formación, porque todo lo que soy y lo que aprendí se lo debo a ella. Nos enseñaba a cocinar; a comer adecuadamente, porque teníamos la costumbre de hacerlo con los platos en las manos. Nos inculcó el respeto a los maestros, que para ella eran sumamente importantes. Era una ferviente martiana, y aunque no hablaba mucho de Martí en la casa, se veía que dentro de ella había un Martí impregnado.

“Me inculcó leer sobre él, Gómez, Maceo, de las tradiciones patrióticas. A ella le debo ser maestra y tener la capacidad de formar a las nuevas generaciones. Pienso que hay que tener a Celia muy presente porque fue una educadora y formadora de hombres y mujeres; y yo soy un ejemplo de ello”.