La dictadura más cruenta de la historia de Cuba fue la que sufrió el pueblo cubano luego del Golpe de Estado perpetrado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952.
Esa madrugada todos disfrutaban del carnaval y nadie imaginó lo que iba a suceder. Para lograr su objetivo, Batista reunió a militares retirados, otros en activo y algunos funcionarios de anteriores gobiernos, quienes habían dado muestras de su falta de escrúpulos y ambición de poder.
Mientras estos ocupaban las principales guarniciones de la capital, Batista se dirigió hacia la Fortaleza Militar de Columbia en una caravana escoltada por esbirros de la policía motorizada, al mando del teniente Rafael Salas Cañizares. De igual manera tomaron las instituciones ministeriales, aeropuertos y medios informativos.
El entonces presidente de la República, Carlos Prío Socarrás, solo se limitó a huir sin escuchar los reclamos de armas de los estudiantes universitarios para hacer resistencia a los golpistas.
De esa manera, la nación pasó de un gobierno corrupto a otro mucho más corrupto y sanguinario, el cual creó y organizó un aparato represivo para aplastar a toda la oposición, que costó la vida de innumerables inocentes y luchadores revolucionarios.
El nuevo gobierno abolió la Constitución de 1940, impidió la victoria popular, afianzó el dominio económico de Estados Unidos y utilizó los métodos más crueles y violentos para mantener su poder, como la creación de diversas organizaciones represivas y grupos paramilitares.
Fueron numerosos los hechos sangrientos provocados por las fuerzas de la tiranía. El pueblo aún recuerda los crímenes relacionados con el Moncada, Las Pascuas Sangrientas, Humboldt 7, 13 de marzo, la Huelga del 9 de abril, las detenciones, los registros, las torturas, los asesinatos en las calles.
Todo este régimen de violencia incitó el desarrollo de un proceso revolucionario con el principal objetivo de luchar por el derrocamiento de la tiranía, que culminó al triunfar la revolución el 1 de enero de 1959, con transformaciones políticas, económicas y sociales, como nunca antes en la historia de Cuba.
Referencia: Enciclopedia cubana Ecured