Por alguna razón, hace 115 años, Guanajay se las ingenió para que fuera sede de la primera carrera de autos en Cuba. Según refieren los cronistas, este pueblo acogió con asombro a Miss Squiers, la primera de los competidores en arribar a la meta, que por la caballerosidad de sus contrincantes, le permitieron salir con varios minutos de ventaja.

Este acontecimiento dejó en los espectadores una estela de impresiones que abrirían camino a una nueva era en la que los autos ganarían un lugar cimero en el país. “Dejaron tras de sí, en los espectadores, la impresión de que una nueva y vertiginosa época, en que los autos ganarían cada vez más espacio, se había abierto ante sus ojos”, comentóla escritora habanera Gilda Guimeras Pareja. 

En 1920 crecía el número de automóviles que circulaban por las calles y carreteras. Por supuesto, la mayoría de las marcas de automóviles eran norteamericanas. María Constancia Caraza Valdés, la conocida “Macorina”, desde 1917pasó a la historia como la primera mujer que tuvo licencia para manejar automóviles en Cuba, privilegio que estaba reservado solamente a los hombres.

A la revista Bohemiadel 26 de octubre de 1958, esta hija del municipio artemiseño de Guanajay, confesó: “Yo poseía los mejores automóviles de la época y todos me fueron obsequiados por aquellos amigos cuyos nombres me niego a revelar. En 1917, ¿quién que llevara faldas se atrevería a manejar? Pero a mí me daba igual que me elogiaran o vituperaran; por cierto, sufrí solo un accidente de 1917 a 1934”.

En el libro Contado en pocas líneas, Guimeras Pareja, refiriéndose a la década del 20, señaló que fueron “Años en los que algunas cortaron sus cabellos, encogieron sus faldas y acabaron lanzándose – a veces de cabeza y a gran velocidad – a ocupar un espacio por siempre reservado al sexo masculino, al que ya nunca más quisieron renunciar”.