El Padre Félix Varela, falleció el 25 de febrero de 1853. Es recordado en la historia de Cuba como el primer pensador que propugnó la lucha por la independencia, la eliminación de la esclavitud y la modernización de la enseñanza.
Nació en La Habana el 20 de noviembre de 1788. Rompió con la tradición militar de su familia, al ingresar en el Real y Conciliar Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana para formarse como sacerdote y en la Universidad de La Habana, donde estudió Licenciatura en Filosofía.
Tuvo una prolífera vida, que comenzó a desarrollarse desde los 23 años cuando recibe la ordenación sacerdotal en la Catedral de La Habana. Al año siguiente, el Obispo Espada lo nombra profesor de Filosofía, Física y Ética en el seminario habanero, donde preparó el primer laboratorio de Física y Química de la Isla. Fue el iniciador de la enseñanza experimental de la Física, reconocido como defensor del experimento en la actividad docente y el primer autor de un libro sobre esa ciencia en Cuba.
Formó a los mejores hombres de su época, entre ellos a José de la Luz y Caballero y Rafael María de Mendive, el maestro de José Martí. Su aporte al sistema de enseñanza tuvo gran significación para la sociedad pues inculcó la importancia de razonar para adquirir verdaderos conocimientos y no aprendiendo todo de memoria. Además, comenzó a impartir las clases en español, en vez de latín como era costumbre en esa época.
Contribuyó al desarrollo de la cultura nacional. Escribió varias obras literarias, fundó la primera Sociedad Filarmónica de La Habana; en 1821 inauguró, en el Seminario de San Carlos, la primera Cátedra de Derecho de América Latina y trabajó en la Sociedad Económica Amigos del País.
En una época en que el rey no estaba en el poder, viajó a España, donde realizó una intensa labor política en contra del colonialismo, a favor de la abolición de la esclavitud y del mejoramiento de la instrucción pública. Cuando el rey Fernando retomó el poder, creó comisiones militares para juzgar a los que consideraba enemigos del trono, por lo que Valera fue condenado a muerte.
Debido a esto, viajó a Estados Unidos, donde organizó y presidió el movimiento independentista. Allí fundó El Habanero, primer periódico que defendía esos ideales, el cual era enviado a La Habana de forma clandestina. En este se predicaba la necesidad de obtener la independencia de Cuba sin ayuda extranjera, la lucha por abolir la esclavitud y la unidad de todas las fuerzas del país.
Junto al Padre Varela estaba el luchador cubano, José Antonio Saco. En 1826 este viajó a La Habana y al regresar recomendó la suspensión del periódico, por no contar con el apoyo de los hacendados que habían contribuido a su mantenimiento hasta ese momento. Poco después fundaron El Mensajero Semanal, con temas económicos y políticos de Cuba e Hispanoamérica, en defensa de la cultura cubana y la reafirmación de la identidad americana.
Durante esa etapa también contribuyó a la edificación de iglesias católicas y fundó varias escuelas. Se conocen dos invenciones suyas realizadas y patentadas en Estados Unidos: un aparato para el asma y una rueda que facilitaba el movimiento, preservaba el pavimento y no producía ruido.
Nunca pudo regresar a la patria, por lo que murió en La Florida, Estados Unidos, donde vivió sus últimos años por problemas de salud. Después de instaurarse la República, trasladaron sus restos a La Habana y fueron colocados en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.