Los sueños de algunos de visitar los antiguos trenes de la ciudad habían quedado suspendidos en el aire, pero como nada es eterno, la recuperación del Museo del Ferrocarril, en la antigua estación de Cristina, ya es un hecho, en homenaje al medio milenio de La Habana.

Los trabajos se iniciaron en septiembre de 2018 bajo la acción de una brigada de la Cooperativa No Agropecuaria Pirámide, proveniente de Villa Clara. Efraín Sánchez Gravié, ejecutor de la obra, señaló que la instalación se encontraba en pésimas condiciones y sobre lo acometido en ella, señaló:
“Asumimos la reconstrucción de las dos naves del inmueble: reparación de paredes y capiteles, pisos nuevos de granito, baños, electricidad y se restableció la cubierta, para lo cual fundimos las placas, colocamos tejas de cerámica de buena calidad y se impermeabilizó. Quedó en perfecto estado. En la segunda nave, se cambió cubierta y se mejoraron las condiciones para las veladoras en el taller de aseguramiento técnico”.
Según Sánchez Gravié, se trabajó fuerte y con calidad en la obra civil, con chequeos diarios por especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC). “Los recursos no han faltado, lo que no tiene la oficina, lo gestiona la CNA”, sostiene.
EL PITAZO DEL CAMBIO
Junto a la veterana locomotora La Junta, el museo expone una docena de equipos de su tipo de diferentes épocas, además de objetos relacionados con la historia del ferrocarril debidamente restaurados y cuenta también con un importante patrimonio documental heredado del Ministerio del Transporte, explicó Yohana Aedo, directora de inversiones de la OHC.

De acuerdo con Eduardo García, diseñador del grupo Proporciones a cargo de la museografía, la institución posee biblioteca, una sala polifuncional y otra de ferromodelismo, con maquetas, y dos galerías. “Son espacios pensados para que los visitantes puedan sentarse a disfrutar de objetos patrimoniales restaurados y gigantografías que recrean el interior de vagones, así como escenas de personas abordando trenes, entre otras”, dijo.
El trabajo de Proporciones tiene un valor adicional: no importar lo que pudieran hacer acá. “El mobiliario lo hemos producido en Cuba, con madera y acero, al igual que las luminarias”, sostuvo García.
Las áreas exteriores y circundantes también reciben los beneficios que trae el Aniversario, pensando en los próximos 500 años.