Soda 52, bar-restaurante que reabre en Playa por los 500 de La Habana

Se llama Fortaleza y está hecho a base de base de zumo de limón, hierba buena, azúcar, cerveza clara y ron oscuro. Lo creó el barman Yuri Miranda Cárdenas, joven de 29 años, con un decenio de experiencia en el giro, y muchas iniciativas por venir.

Junto a él, otros muchachos se esmeran en la elaboración de cocteles y bebidas en el bar-restaurante Soda 52, reabierto en la esquina de las calles 15 y 60, en el capitalino municipio de Playa, como parte de las obras que le nacen a esta bella geografía para saludar los 500 años de La Habana.

El espacioso salón, climatizado y ambientado con diseño de buen gusto, tiene nueve mesas con capacidad para 80 personas, donde el cliente puede ahora solicitar unos 15 platos como pizzas, espaguetis y otras ofertas de la comida italiana, así como panes con diferentes surtidos, hamburguesas, perros calientes…

También afuera, en lo que han dado en llamarle el punto del caminante, hay variedad de preparados ligeros, jugos, refrescos y demás bebidas, con precios más módicos a la población y servicio de mayor rapidez.

Deseosos todos de convertir el lugar en referente, andan los 24 socios de esta cooperativa no agropecuaria liderada por Frank Moreno Cutiño. Todo un reto, pues el Soda 52 existe en esa céntrica esquina desde hace muchos años y ha tenido diferentes usos, y etapas de apertura y cierre.

Ahora su actual equipo aspira a que definitivamente se instaure en el tiempo.

Bien saben que ello supone sacar frutos a la experiencia que posee la mayoría de sus integrantes en el giro, estar permanentemente al tanto de las opiniones de quienes los visiten, superarse en lo más actual sobre platos y bebidas, y jamás desconocer que el buen servicio es una actitud personal.

Moreno explicó que darle un vuelco a su carta menú -anteriormente con platos más elaborados- fue una alternativa para atraer comensales, ajustarse a las actuales condiciones del país y responder al llamado de hacer con menos más, de ahí sus opciones consideradas ligeras, pero igual de atractivas.

En nombre de los socios, también el presidente hizo referencia a una lógica preocupación sobre la recogida de la basura depositada en los contenedores situados muy cerca de la puerta, por lo cual se precisa de un acompañamiento más cercano y permanente de la dirección municipal de Servicios Comunales en Playa.

De acuerdo con Moreno Cutiño, ante la negativa de su solicitud de cambiarlos de lugar, se requiere entonces asegurar el mantenimiento de la higiene exterior, para impedir, como ocurrió en etapas anteriores a la actual reapertura, que sean multados y con indicación de cierre por causas ajenas a su voluntad.

En cuanto a los horarios, en el caso del punto de venta es entre 9:00 a.m. y 9:00 p.m., mientras que el salón recibe público desde las 12:00 meridiano y los despide a las 3:00 a.m. “Por las noches tenemos actividad de bar, las gustadas discotembas, proyectos para la juventud, las universidades, preuniversitarios y otras para la población”, anunció el presidente.

Del Soda 52 me atrapó su decoración, el estilo con que los bármanes preparan los tragos, y el sabor del Hawái Azul, refrescante bebida que agradece el paladar de quienes gusten las combinaciones con jugo de piña natural, horchata de coco y otros ingredientes. Pero el voto definitivo lo dará cada cliente que traspase la puerta de la casa.