La Estación Central de Trenes se encuentra sometida a una reparación capital que obligó a su cierre total. Prevista en un inicio para terminarse en saludo al aniversario 500 de La Habana, la complejidad de las acciones a ejecutar y la demora en la llegada de materiales de importación, ponen en peligro el cumplimiento de ese cronograma.

Foto: Oscar Álvarez

Jorge Candelaria, director general de la Empresa de Servicios Especializados y Dirección Integrada de proyectos (ESEDIP), explicó este viernes sobre la complejidad de dicho proceso a Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana y Reinaldo García Zapata, Presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular.
El mayor reto está en la restauración de la fachada, con un gran nivel de deterioro. “No podemos poner a trabajar personas en la noche, porque la restauración no se debe hacer en ese horario. No se puede cambiar un restaurador por otro en un mismo lugar. Creo que esta es la intervención a un edificio, de esta magnitud, con grado de Patrimonio uno, monumento nacional, más importante que hoy está haciendo la ciudad”, comentó Jorge Candelaria.

Foto: Oscar Álvarez

Según el especialista, esta obra, por sus características, se encuentra al nivel del Capitolio, aunque el inmueble de la terminal de trenes tiene un mayor nivel de deterioro.
“Nuestra intención es que quede bien, no forzar ninguna actividad de restauración que después vaya en detrimento de la calidad de la obra”, acotó.