El amor más grande que puede experimentar un ser humano es el de una madre a un hijo, las madres tienen un olfato tremendo para saber cuando sus polluelos están en líos, se sobreponen a disímiles problemas y son capaces de sostener los dolores más duros por tal de que sus hijos no lo pasen...
Yeney García Rodríguez tiene 40 años y lleva ingresada varias semanas en nuestro Hospital por un embarazo deseado a punto de llegar a término, su madre ha estado en nuestras oficinas en incontables ocasiones, a diario nos abraza y se preocupa por la terminación del embarazo y la manera en que lo haríamos, el problema es que su hija se ha operado en 22 ocasiones por un astrocitoma de fosa posterior, debido a esto mantiene derivaciones abdominales para drenar el líquido cefalorraquídeo, verdaderamente un caso que requiere un nivel de especialización tremendo.

Ayer en la noche debido a su hipertensión Yeney hizo una preeclampsia grave que nos obligó a replantearnos todo lo que habíamos planificado, esto hizo que se creara un equipo multidisciplinario en la ciudad en tiempo récord en el que estuvieron el Jefe del Grupo Provincial (miembro del Grupo Nacional) de Neurocirugía, la jefa del Grupo Provicial (miembro del Grupo Nacional) de Obstetricia y Ginecología, 3 Anestesiólogos, debido a que la mujer presentaba una posible entubación difícil de la vía aérea, un equipo de 2 Cirujanos Generales debido a las adherencias que pudieran haber estado presentes por las más de 22 cirugías, 2 Neonatólogas con basta experiencia (más de 20 años de especialistas cada una) para enfrentar cualquier complicación neonatal que pudiera aparecer, a esto se sumaron enfermeros, técnicos de Rx y de manera especial el Dr Liván (Director de Atención Médica de La Habana) quien junto a Rosario (Jefa de Medicamentos e Insumos Médicos de La Habana) estuvieron a mi lado todo el tiempo…
La hora estaba dada y el Dr Antonio, jefe del equipo de guardia y jefe de nuestra sala de cuidados perinatales, nos pidió hacer la cirugía ya que había seguido el caso por mucho tiempo, junto a su equipo asistieron a una cesárea difícil, pero sin complicaciones de ningún tipo, las adherencias presentes no pudieron detener al equipo y la niña nació con la vitalidad de una Mariana, la felicidad se inundó en el salón de operaciones, fue todo un éxito y sin el más mínimo de contratiempo, al iniciar el traslado al salón de operaciones la madre me había abrazado y pedido que la dejara despedirse y le respondí: “guarda fuerzas que tendrás que ayudarla, aquí nadie se va a despedir de nadie porque la mano de Dios está con nosotros” y así fue…
Hoy fui a la terapia a hablar con ella, que feliz estaba, loca por ver su hermosa niña, creo que este sentimiento no se compara con nada….
PD: Gracias a los choferes, estuvieron a nuestro lado hasta las 2:00 a.m., aquí todos queremos un mejor país….



Otras informaciones:
Felicidades a ese equipo de trabajo. Sigo las publicaciones del doctor Cordovi, mi hija se formo como neonatologa en ese hospital y realmente tienen muy buenos profesionales de la salud.
Esos son nuestro médico, que a pesar de todo, garantizan la salud del ser humano, felicitaciones para ese gran equipo, esa es la actitud que debemos tomar, enfrentar los problemas, y estar unidos siempre, felicitaciones para la mamá, que tengan mucha salud las dos, gracias.