En la mañana de este sábado 30 de diciembre de 2023, aún sin amanecer todavía, tomé un ómnibus articulado de la ruta P9 en 41 y 58, municipio de Playa, en La Habana, rumbo a mi trabajo: Radio Progreso, la Onda de la Alegría.

Pero esa no es la noticia. Para mí resultó de extraordinaria importancia el hecho de haber abordado aquel vehículo. En mi mente una idea fija: debo hacer algo. Comencé a tomar fotos y quise hacerle un reconocimiento público al chofer en ese momento al timón, aunque son dos los encargados de ese carro.
El driver (pronunciado en español draiver) iba muy orondo sentado en su asiento bien arreglado. Me le acerque y felicité, después de presentarme, por las excelentes condiciones técnicas y de estar en que mantenían él y su compañero el ómnibus.
Al ser interpelado dijo con toda sinceridad y orgullo de cubano responsable: Son 13 años manejando y cuidando este ómnibus. Usted puede comprobarlo. Y así lo hice. Excelente. Lo observé por dentro y por fuera. Tiene en funcionamiento correcto las puertas, todas sus ventanillas en buen estado, perfecto sistema de luces y pintura en buen estado, además de mantenerlo limpio.
Y me pregunté: cómo es posible mantener tal estado técnico, con la falta de piezas de repuesto en existencia. Y otra pregunta: por qué otros se caen a pedazos y este está como nuevo. Sencillo. Porque hay responsabilidad, son hombres serios y trabajadores, muy responsables con su tarea; de ello no me cabe la menor duda.
El vehículo es una joya rodante. El reloj digital colocado en la parte superior delantera marca la hora: 6:40 am. Y la grabadora al kilo. Además, ponía buena música, agradable al oído; en ese instante llegaban acordes románticos de los Hermanos Camargo, un dúo brasileño muy famoso, no solo en su tierra, sino en el mundo.
Ah. Olvidaba el nombre de este chófer o driver: Enrique Ismael Pérez. Y olvidé anotar el nombre de su compañero. El número del carro es el 507. Felicitaciones a esa pareja de choferes. Para mí los mejores de este año de la terminal Santa Amalia, ubicada en el municipio de Arroyo Naranjo, en La Habana.



(Tomado del perfil de facebook de Adrián González)
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Mi respeto y felicitación, que se multiplique su actuar.
De seguro estos dos conductores han recibido en su colectivo y del sector varios reconocimientos y es otra oportunidad de felicitarlos y reconocerlos, para que sirva de ejemplo y estímulo. Esos son nuestros trabajadores de la empresa estatal socialista que enseñan que si se puede. Gracias al publicador.
Muchas felicitaciones para ambos compañeros. Honores a quien honores merecen. Como vemos no todo es el bloqueo y la cantidad de justificaciones que escuchamos todos los días. Hacemos más los que queremos, que los que podemos. Efectivamente eso se llama sentido de pertenencia, respeto al servicio que brindan, respeto a los pasajeros, respeto a ellos mismos por el trabajo que realizan, eso es amor al prójimo. Ojalá en otras terminales de ómnibus urbanos como la de Guanabacoa, el Cotorro, entre otras, todas, llegue este buen ejemplo, los ómnibus de la ruta A-7, A-52, A-5 están todos rotos, también los del A-1, muchos en muchas terminales y el pueblo sabe que eso es bandalismo, nadie puede romper esos asientos por más que pese, eso es parte de todo lo que hace un grupo de personas por hacer sentir mal al pueblo, porque todo es nuestro país sea un caos y culpar al gobierno. Pero, lo cierto es que sucede a la vista de todos y no pasa nada.
De seguro que los hijos y nietos estarán muy orgullosos de ser descendientes de alguien así. Felicidades para todos.