Al término de la reunión departamental se anunció que, tras cerrarse la biblioteca de nuestra Facultad de Filosofía, Historia y Sociología, el que quisiera podía pasar por su antiguo local a llevarse los ejemplares que estimara. Me impresionó la falta de reacción de muchos colegas ante un hecho que no puedo considerar positivo pero hay como un embotamiento ante tantos problemas. Recordé la labor de años de bibliotecarios como María Teresa González del Valle o el incansable Ramoncito organizando junto a otros, para nosotros, todo aquel mundo de cultura universal que ahora desaparecería.

Se me dijo que la Biblioteca Central se hundiría si recibía más libros y que los que no rescatemos ahora serían entregados para pulpa. Yo salvé algunos libros de mi autoría y otros casi al azar. Mañana a las 9 a.m. se abrirá de nuevo ese salón, ya en lamentable estado de desorden -prefiero no poner las fotos- así que le pido a mis colegas que, por favor , salven cuántos ejemplares puedan, ricas y valiosas ediciones en algunos casos, para sus propias asignaturas, colecciones y formación. El saber no ocupa espacio.

(Tomado del perfil en Facebook de Reinaldo Manuel Sánchez Porro)

Nota: Tribuna de La Habana ante la solicitud de numerosos lectores envió a una reportera pero le comunicaron que los responsables de ofrecer esa información no estaban presentes. Esperamos poder indagar cuáles serán los destinos de esos libros.

Foto: Tomada del Facebook de Reinaldo Manuel Sánchez Porro

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