El chófer de este ómnibus de TRANSGAVIOTA, al ver una cantidad de persona bajo una llovizna continua y con temperaturas bajas paro su marcha en la parada de Milanés y Buena Vista, saludó y comunicó su destino, recogiendo a todos los que allí habíamos, niños, ancianos y se negó a qué le pagáramos el viaje. Este es un digno ejemplo de solidaridad humana, persona que sí le ponen el corazón a Cuba.

Muy distinto a otros autos estatales que aún haciéndoles señas pasaban indolentes ante la situación.

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