Esta mañana salí a comprar viandas para hacerle un caldo a mi hijo y en unas de las placitas del Camino de la Habana, me detuve. En la pizarra ofertaban malangas a veinte pesos la libra, plátanos de fruta a quince pesos, puré de tomate a veinticinco pesos la botella, guayabas....pido malangas, guayaba, plátanos, cilantro, puré de tomate y calculo que mi compra equivale a ciento veinte pesos aproximadamente, sin embargo cuando voy a pagar el placero me dice, ¡Son doscientos treinta pesos! ¿Cómo? Sí, los precios que usted ve en la pizarra, son para inspectores, pero los precios son diferentes. Me pregunto qué harían los otros, cómo reaccionarían, yo llegué a casa con mi jabita e hice el caldo a mi hijo y escribo este post. Es probable que debía llamar a los inspectores o policías y denunciar al vendedor, pero sigo preguntándome ¿Soy yo la que debo velar porque no se alteren los precios?¿Me corresponde a mi denunciar? ¿No existe un cuerpo de inspectoras e inspectores que reciben un salario para eso? ¿Cómo mismo me ocurrió a mi, no le ocurre a todos los que compran? ¡Y todos nos quedamos de brazos cruzados, buscando culpables, callando en el imperio del silencio. Siento que estamos totalmente desprotegidos en esta selva y que nadie hará nada por nosotros, ni nosotros mismos.
(Tomado del perfil de facebook de Saily Alba Alvarez)
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ESo es lo cotidiano, a nadie le duele, a nadie le preocupa, nadie intenta poner un freno, es así, desprotección total. Entre Comercio,Comunales y Dir de Transporte hay una competencia encarnizada a ver quién lo hace peor, al menos es lo que se aprecia en el día a día de la capital.
Malanga a 20 la libra, !!!! Donde es eso!!!! Avísame para ir a comprar
Estoy de acuerdo con la señora, los responsables de que estas cosas no ocurran, llamese cómo se llamen, son los culpables de ellas, y hay que tomar las medidas que sean necesarias con ellos para que hagan bien su trabajo. Desgraciadamente, entre esos trabajadores hay mucha corrupción, y esto hay que enfrentarlo resueltamente por el bienestar del bolsillo del pueblo trabajador.
Después de leer con detenimiento la publicación, coincido con que no es el cliente el que debe velar porque cosas como esas no sucedan, pero desgraciadamente somos nosotros los que tenemos que enfrentar estás situaciones, si no te gusta el precio no lo compre, así me dijeron en una ocasión, sin embargo los inspectores están detrás del viejito que vende guayaba de la mata de su casa, aguacate o lo que sea o como nos sucedió a nosotros todas mujeres trabajadoras que pusimos en la venta de garaje unos ropas de uso, como via de entrada de un dinero extra , nos pusieron a cada una una multa de $4000.00, planteando que con el permiso de venta de garaje en casa de una amiga no podíamos nosotros poner nuestras ropas, después de mucha reclamación y de haber pagado la multa, de dar más carreras que Ana Fidelia , de faltar o llegar tarde a nuestro trabajo por la injusticia cometida, nos da con lugar la reclamación y todavía estoy a la espera de la devolución del dinero, hace ya 4 meses, porque el presupuesto del año se acabó para reponer miii dinero, que continúe llamando, en fin, esas son las cosas del orinoco que no tú la entiendes ni yo tampoco, los inspectores no ven las verdaderas ilegalidades,que hay bastante y en todas partes.
Así es con todo..y lo más triste que las direcciones de comercio gob.del municipio..que hacen porque de quién es el encargo estatal de protección al consumidor..? Todo es una mafia