En conferencia de prensa, efectuada este jueves en la sede del Centro de Prensa Internacional (CPI) en La Habana, la Licenciada Marina Torres García, vicepresidenta del Banco Metropolitano S.A.(BanMet), expuso algunas de las afectaciones que provoca a esta entidad y sus clientes el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.

El Banco Metropolitano surgió en 1996, un Banco muy pequeño, dedicado fundamentalmente a atender el sector diplomático y a las personas naturales, jurídicas y extranjeras, residentes en el país.

Ya hacia el 2004 y el 2007 amplió su composición y estructura. Su contabilidad es centralizada, para lo cual cuenta con tres centros contables y registra sus operaciones en tiempo real, lo que ofrece una gran ventaja a sus clientes por el servicio que presta.

El BanMet, subordinado al Banco Central de Cuba (BCC), organismo central que regula todo el funcionamiento de la Banca y finanzas del país, ofrece alrededor de 30 productos y servicios, y dentro de los segmentos de clientes que atiende se encuentran las personas naturales y jurídicas, los trabajadores por cuenta propia (TCP), las Cooperativas No Agropecuarias (CNA), agricultores pequeños y otras formas de gestión no estatal, explicó Torres García.

Resaltó, que al ser parte del sistema bancario no están exentos de las afectaciones que provoca el bloqueo económico impuesto a nuestro país.

Entre estas –dijo- se constata una disminución de toda nuestra actividad, de crédito, y los intereses que cobramos, por ese servicio, además de las que causan la imposición de multas a compañías que comercializan con nuestro país, unido a la aplicación del título III de la Ley Helms-Burton, donde se prohíbe también la comercialización con empresas que fueron intervenidas por la Revolución, expuso la directiva.

Asimismo, entre las afectaciones mencionó las eliminaciones o limitaciones con las remesas familiares, que afecta a los clientes de la entidad, y es a su vez un servicio que se deja de realizar e ingresos por comisión que no se recibe.

Agregó ha existido una práctica, que es el cierre o limitación de operaciones de Bancos extranjeros, los cuales tenían una corresponsalía con BanMet exponiendo razones de políticas internas.

Asimismo, en los últimos tiempos existe una medida en particular, que tiene que ver con la denegación de licencias para los viajes de transporte de pasajeros, y esto limita la entrada de los cruceros a nuestro país.

Torres García, dijo que la voluntad del gobierno cubano ha sido el desarrollo de los nuevos actores económicos, los TCP y CNA, pero el bloqueo está teniendo un impacto muy negativo en los clientes, a lo cual se une las limitaciones de la entrada de turismo al país. No obstante, el Banco no abandona a sus clientes y sigue buscando alternativas y soluciones de renegociación, así como plazos a los préstamos, para apoyar a estos sectores.

Por otra parte, subrayó que en la capital los TCP representan el 31%, mientras el 58% corresponde a las CNA, por eso este sector se toma como referencia por el impacto que tiene en la provincia.

En el 2016 todavía se mantuvo un crecimiento y ya a partir del 2017 en adelante, cuando se recrudecen las medidas del bloqueo hacia Cuba, este producto comenzó a descender.

En el año 2018, fueron 448 la cantidad de financiamiento que se otorgó a los TCP y 68 a los CNA; en 2019 continuó descendiendo a 191 a los TCP y solo 31 a las CNA, según datos aportados por la especialista de BanMet.

De igual manera explicó, se han buscado alternativas para seguir acompañando a este sector, “es un interés no abandonarlo”, se realizan renegociaciones, ellos también han buscado alguna línea de producción de otros productos, de ventas de otras variantes, siempre con la posibilidad de vender al cubano, porque no existe la presencia de turismo que de alguna forma, impactaba en los alojamientos, en la producción de alimentos, como eran las cafeterías, todos los grandes restaurantes que en un inicio se fueron abriendo y también esto tiene una repercusión en las familias de estos trabajadores dado que esta es su fuente de ingreso, y en general en la población cubana, ya que disminuye la posibilidad de recibir esos servicios.

Para este sector, hacemos análisis especiales y particulares con cada uno de ellos, algunos han tenido que cerrar los negocios porque ya no les es posible sostener el mismo nivel de operación y de gastos, explicó.

Igualmente, entre las alternativas que se han tenido en cuenta para paliar esta situación, a los clientes se les ha proporcionado algunos beneficios, como una extensión de sus pagos, que no tengan la obligatoriedad en un momento determinado como este, de tener que liquidar sus deudas, esto les da la facilidad de irse sosteniendo sin tener la carga del peso del crédito, fundamentalmente el Banco los acompaña en alguna renegociación que ellos mismos pidan.

Por otra parte, los financiamientos siempre se dan, basados en que el cliente demuestre sus ingresos futuros, el Banco lo que hace es adelantar los ingresos que en el futuro ese cliente va a obtener, y evidentemente en el momento que se le dio, el flujo financiero que estaba proyectado respondía a un nivel de actividad, cuando disminuye este, la cantidad de clientes, de productos, las posibilidades de ventas, evidentemente se relaciona con la disminución de los financiamientos, dijo Torres García.

Nosotros somos parte del sistema, toda institución bancaria, no bancaria, todo servicio, de alguna forma sufre el impacto del bloqueo, somos parte de ese sistema, para mantener un servicio se demandan recursos, bienes, y ese nivel de suministros lo tenemos bien limitado, expresó.

La directiva agregó que los Bancos hoy están sufriendo, en su quehacer diario, escases de materiales y recursos. BanMet es un banco automatizado y eso requiere de equipamientos sofisticados que tienen otra tecnología y es bastante complejo mantener un servicio de calidad bajo estas condiciones. El bloqueo, dicho por algunos medios, es acumulativo, y el banco no está exento de todas las dificultades que se presentan para cualquier tipo de actividad.

Torres García resaltó que nuestro país para mantener un servicio ha tenido que buscar en otras regiones, con ayudas de otros países, marcas y modelos de cajeros automáticos, pero a un costo mayor, porque para mantenerlos funcionando, hay que tener técnicos preparados en distintas tecnologías, contar con más piezas de repuesto porque son de distintos modelos, y eso demoró la organización para poder a empezar a desarrollarnos, refirió.

Hoy el banco apuesta a una banca electrónica, y hemos dado ya nuestros primeros pasos con buenos resultados, hoy es muy difícil por la demanda que tenemos de servicios, nos obligaría a tener de 30 a 60 sucursales más en la capital y no es posible, con la escases de recursos y los problemas reales que tiene el país, por eso se ha apostado al desarrollo de la Banca electrónica, a bancarizar la capital y la sociedad, declaró. 

Por último, comentó que La Habana tiene el mayor número de cajeros automáticos (525), esto demanda entre los días 8 al 12 de cada mes una concentración de los pagos de salarios, es decir se concentran un grupo importante de sectores como la Salud, la Educación, entre otros, que afecta directamente a los cajeros; no obstante, creamos condiciones diferentes en esos días, con un plan emergente, y el funcionamiento de todos los canales de servicios son monitoreados diariamente, las 24 horas por un equipo en una pantalla, y así sabemos cómo está funcionando la banca en la capital, señaló.

En este período, se suman los efectos tan nocivos de la pandemia en todas las esferas de la economía, el recrudecimiento de las medidas por parte de la administración estadounidense, que han acentuado aún más el bloqueo, que afecta fundamentalmente a la población, a los trabajadores, entre ellos, a los arrendadores de viviendas, transportistas, restaurantes y cafeterías, que unido a la disminución del turismo, han visto afectados sus ingresos y tener que prescindir de fuerza de trabajo al no tener la solvencia para asumir los compromisos de contratación.

El sistema bancario y financiero cubano ha sido uno de los blancos principales de esa política genocida impuesta al país por Estados Unidos; no obstante, el BanMet, a pesar del impacto que esto ha traído, trabaja para sus clientes y apoya las formas de gestión no estatal.

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