Una sola moneda, un único tipo de cambio, la eliminación de los subsidios excesivos y gratuidades indebidas y una transformación de salarios, pensiones y asistencia social, son los principales ámbitos que incluye el ordenamiento monetario, que tantas inquietudes y expectativas entre cubanas y cubanos.

Bautizado también como Tarea Ordenamiento, “incluye cuatro elementos bien claros: resolver la dualidad monetaria, resolver la dualidad cambiaria, eliminar subsidios y gratuidades hasta donde sea posible en las condiciones de nuestra economía y hacer una transformación de los ingresos”, dijo en Mesa Redonda Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos.

Para brindar por primera vez información pública acerca de tan trascendental tópico, en el programa televisivo Mesa redonda compareció igualmente el vice primer ministro, Alejandro Gil Fernández, quien destacó que es una transformación que la economía necesita para el bien del país y nuestra población.
A complejidades transversales, soluciones integrales.

Vice primer ministro, Alejandro Gil Fernández Foto: Roberto Garaycoa

De tema complejo y transversal, con impactos en la economía y la sociedad cubanas, calificó Murillo la actual dualidad monetaria y cambiaria, que no se solucionará de golpe el día 0. Al respecto, enfatizó: resolver esa dualidad, un proceso que cuando se inicia es irreversible “no va a resolver todos los problemas de la economía cubana, que, como todos sabemos, tiene problemas estructurales en los que habrá que continuar trabajando”.

La complejidad de este escenario, destacó, obliga a trabajarlo con mucho cuidado y rigor y alertó que como otros procesos económicos y sociales tan grandes, este no está exento de riesgos.

El jefe de la comisión de implementación se refirió a distorsiones económicas como los déficits salariales acumulados, partiendo del principio de que el salario tiene que cubrir las necesidades del obrero y su familia; las deficiencias en el sistema empresarial, motivadas por restricciones administrativas que durante años que han generado ineficiencia; problemas de incentivos a los exportadores; desequilibrios macroeconómicos; déficits fiscales debido al alto nivel de transferencia del presupuesto del Estado al sistema empresarial.

Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos Foto: Roberto Garaycoa

Con múltiples ejemplos, Murillo Jorge abordó el desestímulo que constituye la dualidad monetaria para las entidades exportadoras y productoras; cómo, contradictoriamente, resulta económicamente más beneficioso importar que producir o adquirir materias primas de importación que otras obtenidas en el territorio nacional.

Por otra parte, aclaró que medidas adoptadas por el gobierno en tiempos del período especial, algunas de ellas hoy criticadas, sí tuvieron en su momento impactos favorables, cuando la economía sufrió una fuerte contracción del Producto Interno Bruto (PIB), tras la desintegración del extinto campo socialista europeo.

En medio del actual panorama, enfatizó: “no hay modo de avanzar en las transformaciones que requiere la economía, sin ordenarlo todo, y por eso se llama ordenamiento monetario”.

Según se reiteró en el programa, la Tarea Ordenamiento es una medida que no es mágica, pero va a favorecer el desempeño de la economía y por tanto, va en el sentido de la elevación de la calidad de vida del pueblo y se espera favorezca la motivación e interés por el trabajo, como fuente fundamental de ingresos.

Para llegar a las actuales propuestas, explicó Murillo, se evaluaron los impactos en todos los ámbitos, como parte de un proceso que tuvo una amplia participación de especialistas, funcionarios, académicos y directivos, con miradas y criterios diversos, y que contempló también el análisis de experiencias internacionales a partir de intercambios con expertos extranjeros de diferentes países e instituciones.

El momento

Según reiteró el economista, en tiempos de crisis mundial y de impactos globales de la pandemia por la COVID-19, desde el punto de vista macroeconómico y de la microeconomía, se hace impostergable la necesidad de adoptar acciones profundas para avanzar en la actualización del modelo
económico cubano.

Murillo apuntó que no es posible avanzar si no se ordena monetariamente el país. “No podemos seguir avanzando en las transformaciones de la economía, si no tomamos decisiones sobre estos temas, con las complejidades que tienen y los efectos que pudieran tener en la población”, afirmó.

“En el entorno de la crisis mundial que estamos viviendo, con el efecto de la COVID-19 y los decrecimientos en las economías, nosotros creemos que no podemos seguir esperando, por problemas prácticos. ¿Qué pasa si la situación empeora? El bloqueo está arreciando más que nunca, y los compañeros que estamos trabajando estos temas colegiamos que no es posible enfrentar otras cosas si no logramos un ordenamiento monetario para poder avanzar en temas más profundos en el modelo económico”, indicó.

La transición

Cuando se decida, explicó, el Banco Central de Cuba anunciará el cese de la circulación legal del cuc, que aunque dejará de emitirse, circulará el que está en manos de la población, por un período de seis meses, para cambiarlo o gastarlo, y se aplicará la nueva tasa de cambio.

A su vez, dijo, se respetará el tipo de cambio vigente antes de la medida. Independientemente del nuevo tipo de cambio, las personas podrán realizar los canjes por el mismo tipo de cambio actual (24 pesos cup), mientras que en sector empresarial, las cuentas en cuc se convertirán en cup, al cambio de 1x1, su valor actual.

De acuerdo con Murillo, este proceso busca la competitividad, por lo que generará presión en el sector empresarial. Por otra parte, destacó, un grupo de empresas deberán realizar un esfuerzo grande para soportar el peso de la devaluación, para lo cual se diseñan soluciones, entre ellas destinar recursos financieros para subsidiar las pérdidas, fundamentalmente en entidades que producen productos y servicios de primera necesidad que no pueden dejar de brindarse a la población y a su vez, evitar desempleo.

A diferencia de otras naciones, “la solución para nosotros con la Tarea Ordenamiento, aun cuando un grupo de empresas tiene serios problemas de eficiencia, no es tirar a las calles a 250 mil o 300 mil personas. El desempleo para nosotros no es una opción””.

Unificar los tipos de cambio implicará una devaluación del peso cubano, con la consiguiente elevación de los precios, lo que requerirá también de un incremento salarial.

Para garantizar la integralidad requerida en el ordenamiento monetario avanzarán al unísono la unificación monetaria, la unificación cambiaria, la transformación del sistema de subsidios y gratuidades y de los ingresos de la población: salarios, pensiones y prestaciones de la asistencia social.

Como serpiente que se muerde la cola, la dualidad cambiaria y monetaria está estrechamente ligada a los subsidios excesivos y gratuidades indebidas. “Subsidiar a una familia de bajos ingresos es parte de la humanidad de nuestro modelo socialista. Y todas las gratuidades no son malas: la salud, la educación y todas las conquistas de la Revolución. El problema es cuando esto tiene un carácter masivo que no estimula la productividad del trabajo”, insistió.

Murillo explicó que se mantendremos algunos productos con precios centralizados y también subsidiados en la canasta familiar normada. Otros tendrán costos únicos, pero sin subsidios, pero permanecerán dentro de la libreta de abastecimiento para garantizar que lleguen a todas las personas.

A juicio del jefe de la comisión de implementación, todas las personas están subsidiadas en estos momentos, incluso aquellas que no trabajan ni aportan. “Y al mismo tiempo a todos no nos alcanza el salario. Entonces, por un lado, nos subsidiamos todos y, por otro, no nos alcanza el salario a todos. Eso es algo que hay que transformar, de manera urgente”.

Por otra parte, destacó, “no será posible eliminar los subsidios y gratuidades, o reducirlos gradualmente, si no hay una transformación de los ingresos, entendido este término como salario, pensiones, jubilaciones y la asistencia social”.

Según Murillo, “en economía hay una gran teoría entre el salario real y el salario nominal. Nosotros, en este proceso, tenemos una gran aspiración y creo que la vamos a poder cumplir: que todos los asalariados queden en mejores condiciones que en el punto de partida en el que estamos”.

Anticipó que, en la reforma salarial que se avecina y cuya aplicación será informada oportunamente a la sociedad, el salario se transformaría 4,9 veces, mientras que las pensiones de la seguridad social lo harían cinco veces. En el caso de las prestaciones de la asistencia social, dependerá de la cantidad de familias vulnerables que se determinen.

Al finalizar el programa, el vice primer ministro Alejandro Gil consideró que ejecutar las cuatro tareas contenidas en el ordenamiento monetario es la única forma de lograr una verdadera transformación y enfatizó que “quienes trabajamos con el Estado vamos a agradecer el aumento salarial y que el trabajo sea la principal fuente de ingresos. Va a ser difícil vivir sin trabajar, pero en medio de ese contexto daremos todo el apoyo a las personas vulnerables y no aptas para hacerlo. El ordenamiento monetario generará importantes beneficios para todos”.

Según se anunció, en la jornada de este miércoles, Murillo y Gil responderán en la Mesa Redonda a las inquietudes, dudas y preguntas de la población.

Conceptos de interés

-tasa de cambio: precio de una divisa expresada en términos de moneda nacional (cantidad de moneda nacional por unidad de divisa).
-dualidad monetaria: situación en que dos monedas coexisten y comparten legalmente en alguna medida las funciones del dinero en la economía nacional.
-dualidad cambiaria: situación en que existen dos tasas de cambio diferentes para una misma moneda.
-función del dinero en la economía: medio de pago, unidad de cuenta y reserva de valor.