No hizo falta recorrer la distancia geográfica que separa a Cuba de la lejana China para que nuestro personal médico pudiera usar protectores faciales o caretas de lámina de acrílico como medida de seguridad en el enfrentamiento a la COVID-19. Se produjeron en fábricas y talleres de la Empresa Thaba, habaneros por más señas.

Importarlos suponía erogar un dinero que el país no tenía, más la espera del tiempo de traerlas, aunque fuese por avión. En apenas horas se elaboraron los diseños, se buscaron materiales alternativos, e inmediatamente iniciaron su producción a escala industrial.

Mucha similitud guarda este caso con otra iniciativa vital: la realización de los trajes que cubren de pies a cabeza a quienes están sometidos a un mayor contacto con el paciente. La materia prima disponible era sintética, propia de la fabricación de colchones y conocida como género no tejido y en consulta con las autoridades de Salud Pública se aprobó su utilización. Cuentan cómo al cortar los paños que luego serían ensamblados, se fundían entre sí por el calor de la cuchilla de la máquina eléctrica. Uno de los mecánicos lo solucionó al rociarla con una sustancia refrigerante y los cientos de unidades llegaron a su destino con la inmediatez requerida por la situación epidemiológica.

Muchas dosis de iniciativas, compromiso y sentido del momento, han caracterizado el desempeño de los colectivos del Grupo Empresarial de la Industria Ligera -GEMIL- que, en todo el país, y con gran peso en la capital cubana, elaboraron los surtidos de la matriz epidemiológica, -hoy son más de 20 productos-, desde la aparición de los primeros casos del nuevo coronavirus en la Isla.  

Jorge Proenza Hernández, director de producción del Grupo, recuerda cómo debieron potenciar algunos tradicionalmente elaborados, como jabones, detergentes, crema dental… pero también concebir otros desde cero y asegurar su entrega masiva al sistema de Salud Pública; este sector, a su vez, asesoró a la industria en la observancia de especificidades médicas.

Entidades como Suchel, incluidas sus empresas mixtas Camacho y Proquimia, han garantizado productos vitales ante la situación sanitaria Foto: www.escambray.cu

Surgieron entonces los protectores faciales antes mencionados, cajas protectoras usadas en la terapia intensiva al momento de atender a los pacientes que requieren ser entubados; delantales sintéticos, sobrebatas textiles y no textiles, además de potenciar algunos anteriormente elaborados por la industria, pero que no son habituales, como los nasobucos y geles bactericidas.

A juicio del directivo, la pericia y la urgencia necesaria para resolver los problemas, permitió atender los requerimientos del país con celeridad, “muestra de cómo trabajar a favor de la soberanía nacional, autoabastecernos con los recursos disponibles y hallar salidas ante el insuficiente financiamiento, a la par de no depender de importaciones que hubiesen generado una espera en el tiempo, algo imposible ante la complejidad sanitaria”.

Sin abandonar las producciones que se precisen para este objetivo, la industria no desatenderá encargos priorizados del Ministerio de Comercio Interior, la Defensa, Salud Pública, Educación, la Alimentaria; ahí se insertan los uniformes, entre esos los escolares; almohadillas sanitarias, jabones y fósforo para la canasta básica, envases, el mobiliario destinado a los hoteles en renovación o nuevos; la canastilla, por citar algunos. Otra misión es que no decaiga la ofensiva en favor de incrementar las ventas mediante el comercio electrónico, que junto a las exportaciones permitirá continuar incrementando los resultados al cierre de julio.

Tan priorizadas como las encomiendas de la matriz epidemiológica, son las producciones con destino al MINCIN y otros sectores estratégicos Foto: Rafael Martínez Arias

De las 39 entidades que conforman al grupo, 21 se enfocaron en la prioridad nacional y el resto cerró o se paralizó parcialmente. “Ya todas están incorporadas a la producción, -excepto alguna Unidad Empresarial de Base afectada por materia prima-, donde se mantienen las medidas laborales y organizativas para prevenir y asegurar la salud del personal”, señaló Yanelis Rodríguez Acosta, directora de Capital Humano.

Por su parte, José Antonio Gutiérrez Pérez, director de Defensa, Seguridad y Protección, acotó que se cuenta con un plan de medidas para aplicar en las tres fases de la recuperación pos Covid-19. Haber rediseñado los puestos de trabajo de manera alterna y que se guarde la separación necesaria entre operarios; dividir turnos de labor, mantener el teletrabajo donde es posible, son alternativas que llegaron para quedarse en esta rama de la industria cubana.