Cada cigarro Criollo, que se produce en la fábrica Lázaro Peña, de Holguín, recorre unos 900 kilómetros para llegar a La Habana. En estos momentos, el trayecto demora más en caer en manos de los consumidores, por problemas de transportación relacionados con las restricciones de combustible.

Directivos del Grupo Empresarial del Tabaco (Tabacuba) sostienen que hoy están activas las cuatro fábricas del país: Lázaro Peña, de Holguín, donde se producen Criollos y Aromas; Segundo Quincosa, en La Habana, que fabrica la marca Popular; Ramiro Lavandero, en Ranchuelo, Villa Clara (Popular y Titanes) y la Juan de Mata Reyes, en Trinidad, Sancti Spíritus (Popular).

“Las cuatro cumplen el plan y se cumplen las cifras previstas de los diferentes surtidos: Criollos, Titanes, Popular y Aroma”, sostuvo Raúl Hernández Ferrer, director de Industria de Tabacuba.

Incluso, indica, en octubre, de un plan de 315 millones 655 mil cajetillas, se han producido 326 millones 875 mil cajetillas (103,6 por ciento), con 11 millones 215 mil cajetillas por encima de lo planificado. “No hay ninguna dificultad para cumplir el plan del año y sobrecumplirlo, a pesar de que han existido limitaciones con el tema de la energía, como resultado de las medidas que tomó el país”, informó.

“Hoy existe inventario en las cuatro fábricas del país, lo que han existido dificultades en la transportación, a partir de las limitaciones con el combustible”, dijo Hernández y explicó que los traslados de este producto lo asumen empresas transportistas no pertenecientes a la agroindustria tabacalera.

Holguín-La Habana

El Criollo, el que más se fuma en la capital, es fabricado solo en Holguín, la mayor productora de cigarrillos del país. Del plan anual de producción, esa industria asume el 71 por ciento del total y dentro de las marcas, el Criollo acapara el 68 por ciento.

Este producto sufre hoy similares afectaciones que el resto de la economía y la sociedad y, lógicamente, la prioridad en la distribución se le confiere a los alimentos.

De la producción total, La Habana recibe casi el 60 por ciento de la producción de Criollos de Holguín, explicó José R Martínez Tavier, especialista comercial de la distribución de cigarro de la Empresa Comercializadora de Tabaco en Rama La Vega.

Según Ricardo Eduardo Montero Lazo, director general de la empresa La Vega, que tiene entre sus funciones la distribución del cigarro desde la industria hasta las empresas provinciales mayoristas de alimentos (que luego otros transportistas distribuyen a comercio y este a la red minorista), el cigarro está en fábrica. La Habana debe recibir cada día unas 450 mil cajas, de acuerdo con lo pactado con el Ministerio de Comercio Interior.

Por la situación actual, dijo Tavier, la capital se encuentra al 54,2 por ciento de cumplimiento de lo que debía recibir en el mes, de 15 millones 707 mil 030 cajetillas, han entrado ocho millones 515 mil 900. En el acumulado del año, de 134 millones 731 mil 140 cajetillas, se recibieron 124 millones 451 mil 990 cajetillas (92,4 por ciento), para un déficit de 10 millones 279 150 cajetillas. En tránsito (cargado entre el 22 y el 23 de octubre) se encuentran 954 mil cajas.

“El producto está en inventario en fábrica, si se mantiene la ritmicidad en el arribo de camiones para cargar en Holguín, debe cumplirse y sobrecumplirse el plan de La Habana antes del 30 de octubre. No hay problema ninguno para garantizar el plan de La Habana y cumplir con lo del resto de las provincias, siempre que el transporte acompañe la cadena”, sostuvo el especialista.

En el comercio

Por la demanda, la mayor parte de los cigarros que recibe la capital son los Criollo, seguidos de Popular y Aromas. Las dificultades en la entrada de este producto han provocado que se reduzca notablemente su presencia en la red y que cuando salen a la venta, algunostiendan a acapararlos, para lo cual marcan una y otra vez en la cola, hasta que se terminen. Si bien algunos adquieren una rueda para garantizar su consumo, otros desean muchas más para su posterior reventa.

De acuerdo con Idalmis Martínez, directora de la Unión de Empresas del Comercio y la Gastronomía, en los últimos días al sector han entrado cigarros en pequeñas cantidades. Según dijo, aunque este no es un producto regulado, las administraciones de los establecimientos deben adoptar medidas para evitar el acaparamiento.

En cada una de las miles de cajas que se reciben y comercializan, las autoridades sanitarias advierten que fumar daña seriamente la salud.