“Si somos capaces en el menor tiempo posible de mejorar la producción de alimentos, la vivienda y el transporte, nosotros damos un salto de satisfacción de la vida de la gente y en los tres ámbitos hay proyecciones, inversiones y políticas para avanzar”, destacó en el balance del Ministerio de la Agricultura el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

“Necesitamos que la economía vaya dando una señal, no solo en la macroeconomía del país, sino en el plato, en la vida doméstica de la gente”, destacó Díaz-Canel en el resumen correspondiente a 2018, donde estaban también presentes el segundo secretario del Comité Central del Partido, José Ramón Machado Ventura, y el primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Salvador Valdés Mesa.

En un año 2018 en que todavía se sintieron las consecuencias del huracán Irma e impactaron negativamente las lluvias de la tormenta subtropical Alberto, cumplieron los planes previstos frijol, arroz, tabaco torcido consumo nacional,  carne de cerdo, leche fresca, huevos, café y madera aserrada. No alcanzaron las cifras previstas viandas, hortalizas, tomate, tomate industria, maíz, frutales, tabaco (agrícola, torcido total y de exportación), carne bovina, leche, huevos, pienso.

En la etapa, crecieron los volúmenes de producciones como hortalizas, frijol, arroz, frutales, tabaco torcido, carne bovina, carne de cerdo,  leche fresca y entrega a la industria, café y madera aserrada, a la vez que decrecieron tomate hacia la industria, maíz del encargo estatal (40%), tabaco agrícola y torcido de consumo nacional, huevos y piensos. En ambos casos, se requiere de incrementar los resultados para ir acercándose cada vez más a las demandas.

En su intervención, el presidente cubano se refirió igualmente a la necesidad de la sinergia productiva para que toda la economía avance, así como encadenar la agricultura con la inversión extranjera, con la exportaciones, con la sustitución de importaciones; con el turismo para que verdaderamente sea la locomotora económica,  así como con el sector no estatal y el resto de la economía nacional y local.

Asimismo, destacó que “en materia de gestión de gobierno, se pide, sobre todo a los cuadros, tener sensibilidad con los problemas de la gente. A todos los cuadros de la agricultura les tiene que doler cuando una cosecha se está perdiendo; les tiene que doler cuando una cosa que le podíamos haber dado a la población, no se le dio; nos tiene que doler cuando no hicimos las cosas bien hechas para que llegara una determinada producción a la población y tenemos que tener inquietud revolucionaria para que nos molestemos cada vez que algo no se hace como hay que hacerlo”.

La Habana, demanda creciente

Garantizar la disponibilidad de alimentos en La Habana, donde vive cerca del 20 por ciento de la población del país y dispone de apenas 0,4 por ciento de la tierra cultivable, siempre genera complejidades.

Al respecto, José Ramón Machado Ventura destacó la elevada demanda de la capital –con una producción que se concentra fundamentalmente en hortalizas de hojas con prioridad para el consumo de centros de salud y educación-, por lo que se requieren altos volúmenes de productos del agro hacia ese destino. La demanda de La Habana es muy fácil: manden y manden para acá y cuando vean que se quedan en los mercados las cosas, se podría decir que ya estamos cubriendo la demanda, dijo.

Relevancia de la ciencia

Si en un sector, un ámbito en la producción, de la economía del país hace falta cada vez más introducir innovación a partir de investigaciones científicas, es la agricultura, dijo el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

“No se puede desarrollar la agricultura de nuestro país sin investigación científica llevada a la innovación, no para guardarla ni acumularla en tesis y títulos, es para que se resuelvan los problemas, muchos de ellos asociados precisamente al comportamiento climático”, sentenció.

En el encuentro, con sede en el Ministerio de le Agricultura, se intercambió acerca de aprovechar la ciencia acumulada para, por ejemplo,  producir de forma combinada cultivos como plátano, yuca, boniato y malanga, de los que Cuba dispone de diferentes variedades que pueden producirse a la largo del año, resistir la sequía o el agua.

Igualmente, se habló de incrementar las producciones de maíz con híbridos o transgénicos, con el objetivo de reducir las importaciones de alimento animal; de retomar la producción de vitroplantas por los beneficios que reportan o la viabilidad de la agricultura de precisión, capaz de reducir el uso de fertilizantes o plaguicidas.

Como hay muchas ideas sobre la mesa, es preciso trabajar con integralidad”, sostuvo en las conclusiones el presidente cubano.

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