La confrontación de experiencias entre las entidades que se le detectaron deficiencias y aquellas otras con evaluación positiva, en un intercambio suscitado en la reunión convocada para dar a conocer los resultados de la XIII Comprobación Nacional al Control Interno –en la capital-, dejó un mandato inapelable: la custodia y uso adecuado de los recursos -ya sean materiales, financieros e incluso los humanos-, no es mera opción, sino que constituye la única a seguir, si de verdad queremos avanzar en el camino hacia la sostenibilidad y el desarrollo.

El ejercicio de fiscalización, que tuvo lugar desde el 1 de noviembre hasta el 12 de diciembre, a todo lo largo y ancho de la Isla, en La Habana abarcó 13 de sus 15 municipios, con 70 acciones de comprobación en 36 entidades –de ellas solo cinco de subordinación local-, algunas con irregularidades en los temas evaluados, las cuales significaron un daño económico superior a los 250 millones de pesos, en moneda total.

En el grupo con mejores calificaciones –por ejemplo- aparecen cuatro de las seis entidades del Grupo Empresarial de la Construcción, de la Administración Local (GECAL), inspeccionadas. Sin embargo en las otras dos colectivos, fueron detectados un presunto hecho delictivo, e irregularidades en el control y uso del combustible, en las empresas constructoras no. 6 y en la de Servicios Especializados, respectivamente.

Las irregularidades detectadas tienen que ver con incumplimientos e irrespeto a las normas relacionadas con la elaboración de los planes, persisten los pagos indebidos, violaciones de lo establecido en función de la vigilancia y manejo del combustible, e insuficiencias en la contratación.

Asimismo aparecen otros males que guardan relación con cuentas por pagar y cobrar fuera de término, la no realización o el formalismo en la entrega de cargos, y la falta de gestión o acciones de respuesta frente a los inventarios ociosos o de lento movimiento.

Foto: Roly Montalván

Los jefes están en la obligación de promover y dirigir el control, pero no pueden soslayar que únicamente será verdaderamente efectivo con la participación de todos los trabajadores, dijo Gladys Bejerano Portela, Contralora General de la República, al intervenir al calor de los debates.

En sus reflexiones, Bejerano Portela instó a no limitarse a descubrir los problemas e ir al análisis de las causas y sus posibles implicaciones, con el presupuesto de que tampoco basta con cuidar los recursos, también es menester gestionarlos con eficiencia.

Ponderó la utilidad de la guía de autocontrol, y luego de aconsejar no aplicarla de manera mecánica y adecuarla a las características particulares de cada lugar, dijo que ella y otros modelos son solo herramientas para el control, mas nada sustituye al análisis, la observación y el trabajo del hombre.

La Contralora General hizo, asimismo, referencia al daño moral, además del económico que causan los hechos delictivos y de corrupción, y llamó a disciplinarse, hacer análisis de las fichas de costos, darle la debida importancia a las rendiciones de cuenta, en el Consejo de Dirección, frente a la militancia y también el resto del colectivo, y hacer de las medidas profilácticas que algunos toman ante la inminencia de un chequeo anunciado, un estilo de trabajo diario.

En las palabras de resumen, Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido, hizo referencia a la importancia del control como elemento sanador de la gestión económica, llamó a cerrarle definitivamente el paso al mal hacer, y pidió integrar el Sistema de Control Interno a la gestión empresarial, para lo cual sería muy bueno –dijo- embellecer los centros, generar en ellos un clima agradable, donde se respire orden y disciplina, sobre todo ahora que, de cara al medio milenio de la capital, estamos convocados a hacer por La Habana lo más grande.

Reynaldo García Zapata, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, también participó en el encuentro, en el cual se presentó a Yansi Bravo O´farril como nueva contralora jefa en el territorio, en sustitución de Miriam Marbán González, quien fuera promovida al cargo de primera vice contralora general.