Con una creciente demanda de hortalizas en beneficio de la salud, la cercanía a la población y un importante papel en el uso de la biodiversidad y diversificación productiva, se celebró hoy en La Habana el aniversario 31 del surgimiento de los organopónicos, por indicación del General de Ejército Raúl Castro, el 27 de diciembre de 1987.

En la ceremonia, también dedicada al vigésimo primer aniversario de la agricultura urbana y el décimo de la suburbana, participaron los integrantes del Comité Central Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la capital, Reynaldo García Zapata, presidente del gobierno provincial, Julio Martínez y vicepresidente del gobierno, junto con el delegado de la agricultura Esmeregildo Martínez Báez.
“Feliz coincidencia celebrar este acto en la capital, territorio donde se establecieron las primeras unidades productivas y que ha sido un baluarte en la búsqueda y desarrollo de nuevas tareas organizativas, técnicas y productivas”, dijo en las palabras centrales Elizabeth Peña Turruellas, directora nacional de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar.
El sistema de la agricultura urbana en la ciudad rindió homenaje a los líderes fundadores del movimiento: Fidel, Raúl y personalidades del sector como Alfredo Jordán, Adolfo Rodríguez Nodals, Moisés Sio Wong y Eugenio Fuster Chepe.

En el acto, realizado en una de las unidades bandera del movimiento en su primera etapa, el organopónico IMRE I, ubicado en 5ta y 44, en el municipio Playa, la Doctora en Ciencias destacó también que el alto grado de independencia o soberanía que la agricultura urbana, suburbana y familiar constituye un factor decisivo para contribuir al abastecimiento local, en consonancia con los enfoques de equidad de género y justicia social, lo que posibilita alcanzar mayor expresión de seguridad alimentaria en cada territorio.
Asimismo, resaltó cómo la existencia de la agricultura urbana y los organopónicos han demostrado su viabilidad en condiciones de contingencia y huracanes con producciones emergentes en cortos períodos de tiempo y su capacidad de resiliencia y adaptación a los fenómenos generados por el cambio climático, con un aporte importante a la Tarea Vida.
“A pesar de los avances alcanzados durante estos 31 años, aún nos quedan potencialidades y reservas a nivel local que se pueden y estamos comprometidos a poner en función de la producción de alimentos, entre ellas, la total recuperación de todas las unidades, consolidarlas e incrementar el área productiva hasta alcanzar nacionalmente 10 metros cuadrados percápita”, dijo Peña.

En el acto fueron reconocidos fundadores, personas e instituciones con un papel destacado en el crecimiento y sostenibilidad de un movimiento que ha convertido a La Habana en productor agrícola en pequeños espacios, que si bien no satisfacen las necesidades significan alrededor del 20 por ciento de la demanda de los más de dos millones 100 mil habitantes de la ciudad.