Mariela, Catalina, Juaniquita, Yudima, Floriana, Marta, Teresa, Petronila y Rocío pastan despreocupadas y hasta mordisquean por manía. En la vaquería Vietnam II, el pasto no les falta. Ellas, a su vez, retribuyen las atenciones en leche y terneros.
Perteneciente a la Unidad Empresarial de Base (UEB) Granja Pecuaria Cotorro, de la Empresa Agropecuaria Bacuranao, la unidad exhibe índices modélicos: 88 por ciento de natalidad, 70-80% de vacas en ordeño, alta efectividad en la inseminación y siembra de plantas proteicas, dice Humberto Cordobés, director de la granja.
Ubicada en Autopista Habana-Melena y Calzada de Managua, Vietnam II se distingue entre las seis unidades de producción y cuatro centros de desarrollo de la UEB, extendida en 639 hectáreas agrícolas, con 382 animales, atendidos por 110 trabajadores.
“El plan del 2018 de la granja es de 513 mil 623 litros y debemos cumplirlo antes del 31 de diciembre. De ellos, 210 mil le corresponden a Vietnam II. En la carne, de 22 toneladas de carne planificadas, hemos entregado 26”, indica Cordobés. Para llegar ahí han debido sortear dificultades con el pienso y aprovechar algo orientado previsoramente desde hace unos años: el acuartonamiento y la siembra de plantas proteicas.
A juicio del director, lo alcanzado en la UEB y, sobre todo, en esta vaquería, es fruto de la estabilidad de la administración y la fuerza laboral, el manejo técnico y las condiciones de trabajo creadas, que se traducen en mayores ingresos y consiguientes incrementos en los salarios, sobre todo en Vietnam II.
Criadas a mano
De las manos de Idolidia y Anisia Díaz Gutiérrez, jefa de producción de la UEB y control técnico de la vaquería, respectivamente, han nacido y crecido no pocas de las mestizas Siboney, que dan como promedio entre ocho y 10 litros diarios.
Con 93 hectáreas y 80 cuartones dan la posibilidad de rotarlos y llevar los grupos a las mejores áreas. Como apoyo, crecen 22 hectáreas de forrajes, de las cuales una parte recibe, por gravedad, los residuales de la vaquería, que fertilizan y los mantienen verdes todo el año.
Una parte del día, las vacas pastan en los cuartones. La otra, descansan en las naves donde reciben un alimento molido de caña, king grass y –por ahora-, urea. “La disciplina en los cuartones es un avance para la ganadería, quien no lo aplique, no avanza”, dice Silvio, el administrador de Vietnam II desde hace 18 años.
Con buen manejo y comida, la reproducción mejora. “Tenemos un inseminador muy bueno y una estrategia con las novillas, lo que ha permitido reducir el tiempo interpartal y hace que las vacas aporten más partos en su vida útil”, explica Idolidia.
Reto ganadero para la ciudad
Juan Carlos Otazo, de 24 años, productor de la Cooperativa de Créditos y Servicios 28 de enero, de Boyeros, tiene una pasión: la cría de cerdos. Ante las fallas en los alimentos importados, siempre tiene algún as bajo la manga. “Uno muele yuca, hace yogur, busca palmiche y suero lácteo para suplir el déficit de comida”.
Ajustada a las regulaciones medioambientales asociadas a la cuenca Almendares-Vento, la ganadería habanera también produce cerdos. Pese a las dificultades con los piensos, la ciudad sobrepasará en 15-20 toneladas su plan de mil 114 ton; mientras en la ovina, caprino y cunícola, sobrecumplirá con 30; y en la vacuna, en unas 10 toneladas, dijo Eduardo Amador Ramos, subdelegado para la actividad ganadera en la Delegación Provincial de la Agricultura.
En la leche, según el acumulado, debe cumplirse el plan de entrega a la industria: cinco millones 612 mil litros, que implica acopiar este mes 475 mil litros. “No es fácil, pero sí posible”, sostiene.
Sortear incertidumbres
Según Cordobés, como el 2019 se anuncia un poco incierto con los alimentos de importación, hay que anticiparse. “El plan hay que cumplirlo y la alternativa está en los árboles proteicos. Habrá sin duda un estrés, pero el animal debe rebasarlo y los hombres también”. Esa alerta vale para todos, aun cuando la ganadería habanera es apenas un suspiro en la demanda de la ciudad.
Entonces, las cuatro empresas que en la capital desarrollan ganadería y las cooperativas asociadas, tienen el reto de cumplir la siembra de plantas proteicas, incrementar en mil los cinco mil 600 cuartones existentes para hacer un uso eficiente de los pastos y, en lo posible, llevar a ellos el agua requerida por el rebaño y sobre todo, explotar las múltiples reservas aletargadas.
De acuerdo con el subdelegado, varios compromisos están ligados al aniversario 500: colocar 40 módulos de cerca eléctrica, hacer uso óptimo de los residuos de cosechas y reparar vaquerías típicas y otras instalaciones de la ganadería.
La máxima de Vietnam II, que se ha ganado una mejor imagen, es replicable. Idolidia atribuye el buen resultado a que “formamos una familia y nos ocupamos de todo, los 365 días del año”.