En el sector cooperativo campesino del municipio de Arroyo Naranjo, se encuentra el mayor productor de cerdo de La Habana. Emilio Interián, descendiente de una familia de agricultores, entrega anualmente unas 35 toneladas de carne al Grupo Empresarial Ganadero. Para ello, sin embargo, debe ceñirse a las condiciones especiales de la cría de esta especie en la capital cubana.
La Habana, con apenas 0,4 por ciento de la tierra cultivable del país, tiene limitaciones muy específicas en la cría porcina para proteger el manto freático de la cuenca Almendares-Vento, que abastece parcialmente de agua a la ciudad, donde residen más de dos millones de habitantes.
“Trabajamos fuertemente en la prevención de la contaminación, la seguridad en los convenios, las licencias sanitarias de sanidad animal con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) y la Dirección de Sanidad Animal, que son los órganos rectores que regulan la crianza porcina. Si no hay una autorización de estas instituciones, que dictaminan si existen las condiciones o no, no podemos firmar un convenio con los productores”, dijo Fernando Brea Cabrera, director de la Unidad Empresarial de Base no especializada de La Habana de la División Porcina.
Los productores de La Habana se concentran en Boyeros, La Lisa, Playa, Marianao, Arroyo Naranjo, Cotorro, Guanabacoa, San Miguel del Padrón y La Habana del Este. “Se trata de productores dispersos, justamente por las regulaciones medioambientales existentes. Por ejemplo, los municipios de Cotorro, Arroyo Naranjo y Boyeros están sobre la cuenca, entonces allí es muy regulada la actividad de la crianza porcina, y los productores que se autorizan no están en esa zona”.
En el caso de La Habana del Este, este territorio se encuentra fuera de la cuenca y cuenta con un área productiva muy grande; allí es donde se trata de incentivar y buscar los convenios con el sector cooperativo campesino, precisó el director.
En La Habana, dijo Brea, hay alrededor de 104 productores, tenemos convenios porcinos en las modalidades de preceba y de reproductoras, y unidades especializadas que aportan la preceba a los productores. Las mejores experiencias de la ciudad y los productores más destacados participan en la 4ta Feria Nacional Porcina para dar a conocer sus motivaciones, buenas prácticas y recomendaciones a colegas de otros territorios.
Una prioridad
La ciudad está trabajando fundamentalmente por incentivar la producción de alimento alternativo que debe sembrar el productor para asegurar la alimentación y crecimiento del animal, porque no siempre tenemos a la mano las cantidades que requerimos. “Los productores asumen este reto y se está sobrecumpliendo el plan sin ningún tipo de problema”, dijo Brea.
El plan hasta diciembre, puntualizó, es de mil 61 toneladas y han alcanzado mil 32, por lo que se estima el año podría cerrarse con mil 114 toneladas entregadas a la industria cárnica. “No hay ninguna dificultad y queremos tener presencia en las ferias de fin de año en la capital para que las personas puedan seguir la tradición de estas fechas”, aseveró.
Como canta el dúo Buena fe con Eliades Ochoa, en el disco P 3,14 (2011): “Quién ha visto un fin de año sin esta nube de aromas, lo mismo en los barrios ricos, que en las más humildes lomas”.
Raquelita, me gusta tu comentario, pues está rubrucado por una firma especializada- muchos años atendiendo el tema agrícola-. Solo acotar que la carne de cerdo constituye el Índice Dow Jhones- como en la bolsa de valores- de la economía cubana. Desde antes del llamado Periodo Especial, esa ha sido la tendencia. De su valor, de su precio en el mercado, dependen todas las demás transacciones. Tengo la esperanza que algún día nos dé la señal de que la economía cubana se recupera.