Su paso seguro y porte majestuoso, digno de la más encumbrada realeza, hacen honor a su nombre y dejan en claro que estamos ante una persona que sabe ponerle cara a los más complejos desafíos.
Solo de esa forma se puede comprender que esta dama haya sido capaz de completar, en 46 oportunidades, los 42 kilómetros y 195 metros de la carrera de maratón, logrando escalar al podio 30 veces. Su accionar en las carreteras llevó a que la apodaran como la dama de hierro de la maratón en Cuba.

Sin embargo, su trato respetuoso y afable nada tiene que ver con tan rudo apodo, pues, Emperatriz Wilson Traba, es de esas personas que siempre está abierta a sostener una conversación respetuosa, sin importar si su interlocutor es alguien de "la gran escena", o un simple mortal.
En el Pleno Nacional de Jueces y Árbitros efectuado recientemente en Ciego de Ávila la Emperatriz cubana recibió, de parte de la Comisión Nacional de Atención a Jueces y Árbitros, la condición de árbitro nacional más destacado del año.
Hoy le traemos a nuestros lectores el diálogo sostenido con ella momentos después de recibir este reconocimiento, dando así inicio a la entrega de las entrevistas que en esa jornada hicimos a varios de los galardonados, así como a los padrinos de las zonas occidental, central y oriental.
Antes de contestar cualquier pregunta, Emperatriz le mandó un caluroso saludo a todo el pueblo de Cuba, en especial a todas esas personas "que siempre han estado atentas a mí, tanto como atleta activa, como después de mi retiro de este deporte, hace varios años. Agradezco mucho el reconocimiento que me han hecho aquí en la provincia de Ciego de Ávila, donde me han dado la condición de mejor árbitro a nivel nacional en el año, lo cual agradezco mucho a todos mis compañeros, pues de no ser por ellos, no hubiese sido posible este resultado."
Residente en el Consejo Popular de Alamar, en el habanero municipio de La Habana del Este, en la actualidad Wilson Traba se desempeña como entrenadora deportiva, función que alternar con la de juez-árbitro a nivel provincial y nacional. Pero, no piense nadie que el trabajo de un árbitro es cosa sencilla, pues ello, explica Emperatriz, implica: "Mucho sacrificio.
Pero como me gusta, hecho todo mi esfuerzo. Lo que he logrado es gracias, reitero, a la ayuda de mis compañeros y de la familia". De ahí que el rigor y sacrificio con que hoy cumple estas funciones pueda ser comparado con el que mostraba en sus tiempos de atleta activa, para tener los mejores resultados como árbitro.
De manera categórica nos dice que: "El atletismo es la vida mía, y no es que he terminado, porque todavía estoy ejerciendo.
Para quienes aman correr, decirles que el fondo, principalmente, no tiene edad límite. Uno puede seguir mientras tenga salud, siempre cuidándose mucho, y tratando de entrenar todos los días".
Hay una pregunta que no podemos dejar de hacer, ¿en estos momentos, cuántos kilómetros hace Emperatriz? La respuesta, aunque sin precisar distancia, nos permite comprobar una vez más que, lo que significa la palabra entrega al conocer que: "me mantengo haciendo unos cuántos kilómetros, porque aparte del trabajo que hago como entrenadora, camino de vez en cuando de mi casa al entrenamiento de los niños, que es, unas veces, en el Estadio Panamericano, y otras en La Villa Panamericana. Aunque ahora hice un traslado, porque el transporte está muy difícil y me era muy riguroso llegar a darle el entrenamiento a los niños". "De ahí que me trasladara del Combinado Fe del Valle para el Combinado Salvador Allende".
Con varios años de entrenadora, la Emperatriz cubana siente el sano orgullo de ejercer esas funciones desde finales del siglo pasado. De esos años cuando empezó ejercer como entrenadora, nos comentó: "Me gradué en 1991, después de los Panamericanos, y comencé a ejercer como entrenadora a partir de 1993. En ese momento tenía la dualidad de ser entrenadora, (siempre con niños entre los 10 y los 12 años), y atleta, algo muy complejo".
A sus alumnos, esos niños que reciben todo el amor que una madre puede entregar, y el rigor que una entrenadora debe de imponer, incluso cuando ya no están bajo su tutela directa, no los pierde de vista.
No importa si se encuentran en la EIDE, o en otro nivel, ella los sigue chequeando "porque tienen que mantenerse con la educación que les hemos dado".
Poseedora, desde el 13 de diciembre de 1993, con sus 2:36.35 horas, de la mejor marca cubana para la maratón, son muchas las historias que aún atesora la Emperatriz cubana de las pruebas de maratón y sobre las cuales nos proponemos, algún día, hablar con ella, como es, por ejemplo, cada uno de sus éxitos en Marabana, su puesto 21 en el Mundial de Stuttgart en 1993, y las siete asistencias al maratón de Nueva York, uno de los más prestigiosos del mundo. Pero ello, tendrá que esperar a un nuevo encuentro con esta "dama de hierro de la maratón cubana" que lleva en el pecho un corazón donde reina el amor.
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