La Doctora Anabel Lastres Madrigal, Subdirectora de investigación del Centro de Investigaciones del Deporte
(CID), es la autora de un interesante proyecto relacionado con la selección de los futuros atletas desde la base. En exclusiva para Tribuna de La Habana, comparte el por qué decidió convertirse en investigadora.

“Comencé en esgrima a los quince años. A los 16 estaba en el equipo nacional juvenil de esgrima donde estuve hasta los 25 años en el Centro de Alto Rendimiento Cerro Pelado. Al retirarme, del deporte como atleta, fui entrenadora de base, en la EIDE, con el equipo nacional y estuve simultaneando, con los estudios de maestría. Mi tutora era una de las fundadoras del CID, así que casi lo conozco desde que se inició.

“El Doctor Gilberto Herrera, profesor, sugirió proponerme como parte de los jóvenes científicos del CID.Me sentí agradecida, me encantó la idea. Trabajaba en la Academia de Esgrima. Mis tesis de maestría y doctorado están vinculadas con la selección del potencial deportivo, en la esgrima. En la tesis de maestría más vinculada a mi disciplina deportiva; mientras la de doctorado –que resultó Premio de Ciencias 2023– pues refiere un modelo más contextual de cómo se pueden seleccionar talentos y su posible aplicación en todos los deportes. O sea, refiere un método de selección del potencial.

“Desde que era atleta, mis compañeras de equipo me decían la científica. Siempre estaba buscando una explicación técnica a todo lo que hacíamos, planificaban... Siempre me gustó estudiar los procesos para entender por qué optimizan el entrenamiento deportivo; incluso cuando era profesora de base, estudié a unos atletas que eran jimaguas con el objetivo de poder llevarlos a una mejor preparación. Cuando surge la convocatoria de la maestría pues allí estaba hasta llegar al doctorado.

“Me dediqué a la obtención de un nuevo modelo de selección deportiva, más contextualizado, tomando lo viejo –que resultó muy exitoso– que llevó a Cuba a grandes niveles deportivos; pero los tiempos han cambiado y resultan muy costosos, incluso no lo pueden soportar siquiera países del llamado primer mundo.

“En Cuba el deporte es derecho del pueblo, pero el Estado no puede solventar todos los recursos imprescindibles para garantizar la preparación en todas las disciplinas deportivas. De ahí que debemos buscar nuevas formas para acondicionar ese proceso de selección y preparación de los atletas, desde su potencial; a partir de una búsqueda más científica. Antes por selección natural y algunas pruebas a los muchachos se realizaba ese procedimiento.

Doctora Anabel Lastres Madrigal. Foto: RSM

“Ahora debemos encontrar; a partir de las características genéticas del sujeto, cuál es el más indicado para cada actividad deportiva. Ese ha sido el trabajo fundamental de mi vida. No acepto propuestas que no esté a la altura de poder realizar y, en este caso, la subdirección del CID, la asumo porque tengo el apoyo de mis compañeros, en función de los objetivos que nos hemos propuesto. Como profesional y madre, también debo velar por un hijo pequeño. Eso lleva tiempo, en cuanto a su educación.

“Lo asumo por compromiso, porque amo el deporte, porque soy cubana, porque no quiero que los resultados
de nuestro deporte caigan y luchamos por mantenerlos a la altura de los niveles alcanzados en diferentes escenarios y disciplinas”.

—En cuanto a la esgrima es un deporte que exige implementos costosos ¿podremos regresar a los niveles que
exhibíamos?

“Sí. Es cierto que el equipamiento es caro; pero con pocos atletas, bien preparados, podemos obtener dos o
tres medallas olímpicas. Conocemos que algunos equipos múltiples, solo alcanzan una medalla en sus respectivas lides. Debo aclarar que la esgrima es un deporte elitista, practicado por quienes tienen dinero debido a las exigencias de esa disciplina. Sin embargo, Cuba llegó a tener disímiles resultados en diferentes escenarios competitivos. Se puede y podemos alcanzar resultados a partir de cambiar la estrategia. O sea, dicho de otra manera, buscar el potencial.

“En estos momentos coordino una investigación relacionada con los patrones de lateralidad: la capacidad
perceptivo-motriz que implica el uso de un lado del cerebro (hemisferio) con respeto al otro. Es una función neuropsicológica, en la cual le das una tarea al cerebro que tiene que cumplir con mayor eficiencia y el cerebro decide con cual hemicuerpo (hemisferio) la cumplirá mejor. ¿Qué sucede? Cada extremidad, posee su propia lateralidad. Puedes tener un ojo derecho y un brazo zurdo, o viceversa.

“La idea es tomar estas características para la actividad deportiva, teniendo en cuenta cuáles son los segmentos corporales más hábiles de un atleta, de un sujeto. Incluso, en el momento de la captación y selección puedes incorporar estrategias competitivas, aplicación de técnicas, ejercicios compensatorios: en caso de que deba moverse para ambos lados con igual destreza. De modo que conozca de cuál lado puede ser dominado por el contrario.

“Todas estas investigaciones se corresponden con un estudio previo a mi tesis doctoral que nos lleva a realizar estudios de la talla fi nal para –a partir de la lateralidad y de otros indicadores– llegar a la correspondencia del potencial del sujeto con las características de la disciplina deportiva, teniendo en cuenta la longitud de sus extremidades. De esa manera podemos orientarlos a un deporte que pueda asumir, por supuesto, por su vocación.

“Otro proyecto es la dermatofi lia: lectura de las huellas de las manos, que contienen nuestro código genético, y predecir el predominio de la fi bra muscular de los sujetos para la correspondencia con las diferentes actividades deportivas. Por ejemplo, un pesista puede realizar la técnica muy bien, desde pequeño; pero no sabe qué predominio de fibra muscular tiene (roja o blanca)

“El sueño de mi vida es llegar a conformar un sistema en el cual puedas medir al futuro atleta; a partir de
sus características, en correspondencia con su deporte ideal. Nuestras investigaciones están destinadas a crear las bases de una selección basada en la aplicación de estas técnicas e invertir recursos deportivos en función de aquellos que tienen más posibilidades de adquirir un alto rendimiento. Todo eso lo queremos insertar en un sistema de Inteligencia Artificial (IA); a partir de bases de datos que nos permitan acceder y describir las características de cada sujeto. Por ejemplo, las Morenas del Caribe, no llegaban a las estaturas de las rusas o las brasileñas, pero eran mejores.

“¿Fidel? Es un referente para alcanzar estos resultados investigativos y, en mi caso, una inspiración permanente para desarrollarme como mujer cubana”.

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