Los Leones de Industriales, después de caer dos veces en los predios del Guillermón Moncada ante las
Avispas santiagueras, tendrán que firmar una hazaña para remontar el playoff de cuartos de final de esta LXIII Serie Nacional de Béisbol.
Un desplome de la defensa con siete errores en el segundo pleito y la falta de productividad con corredores
en las almohadillas –un fantasma que los ha perseguido durante todo el torneo– conspiraron para que sus archirrivales mantuvieran el invicto.
Lo sucedido en la tierra caliente con los rescatistas es una copia fiel de lo ocurrido en la fase regular, cuando a los felinos se les escaparon varias victorias en las postrimerías de los partidos.
El jueves no se pudo preservar una ventaja de dos carreras a la altura del octavo episodio y luego llegó el bambinazo de Harold Vázquez que dejó a la tropa citadina tendida en el césped del mítico estadio.
Otra vez el viernes llegaron los azules arriba en la pizarra al último tercio de juego y los lanzadores, atormentados por las pifias y la algarabía en los graderíos, dejaron escapar la diferencia.
Lo cierto es que el mejor amigo de un director de béisbol es su cuerpo de relevistas y Guillermo Carmona no
tiene uno que le ofrezca garantías para rematar los juegos. La mejor estrategia que puede tener ahora mismo el cuerpo de dirección es tratar de que sus pupilos fabriquen la mayor cantidad de carreras en las primeras seis entradas y encomendarse a la gracia de los dioses beisboleros.
Los abridores Andy Vargas y Rafael Orlando Perdomo hicieron bien su trabajo ante un equipo incómodo jugando en casa que no por casualidad se ubicó en el cuarto puesto de la etapa clasificatoria y los venció en tres de sus cinco partidos de la subserie particular.
Si algo debemos agradecer es que en estas dos fechas los amantes de este deporte no se han despegado de sus televisores y la rivalidad entre estas dos escuadras se mantuvo viva.
El año pasado Industriales los venció en semifinales en una serie que se extendió a siete juegos y aunque el
balance histórico está a su favor 113-104, los orientales los derrotaron en dos de las tres finales disputadas.
En postemporadas es tal la paridad de estos equipos que en las 34 ocasiones que se han enfrentado, contando estas dos últimas, cada uno archiva 17 triunfos.
Ahora la batalla se traslada para el Coloso del Cerro, donde se efectuarán tres partidos, de domingo a martes, que serán cruciales en la lucha por el boleto finalista. Encontrar el optimismo dentro del amasijo de dudas y decepciones es muy difícil para los aficionados, pero aquí gana el primero que llegue a cuatro triunfos y eso aún no ha ocurrido.
Pudiera hablar de remontadas épicas y de estirpes capitalinas, pero eso a estas horas parecería más una
arenga desesperada que un análisis objetivo, sin embargo los rivales no deben olvidar, más allá de las ausencias, que este equipo es el vigente subcampeón nacional.
Ojalá que los graderíos del Latinoamericano se desborden para apoyar a los nuestros como hicieron los
santiagueros en la olla hirviendo del Guillermón y como sucedió acá en la temporada pasada. Nos vemos
en el estadio.
Ver además: