La convincente victoria de la habanera Hayla González en la prueba de salto de longitud de la XXXIII Reunión
Internacional de Atletismo de Ciudad de Guadalajara, en España, constituyó una de las mejores noticias para la gran familia del deporte cubano durante la semana última.
Especialistas y aficionados coinciden en que el estirón triunfal de la capitalina (6.85 metros) no sólo aportó el alegrón de la medalla de oro conquistada, pues también trajo una señal de que un cupo olímpico para esta muchacha de 20 años –del municipio de La Lisa– es una meta posible.
Tal opinión se sustenta en que el brinco de Hayla en tierra española este miércoles 12 de junio hizo posible que su progresión la colocara a solo un centímetro de la marca mínima exigida para obtener el ansiado boleto hacia los Juegos Olímpicos de París 2024, previstos para celebrarse en menos de dos meses, entre el viernes 26 se julio y el domingo 11 de agosto venideros.
Para la giraldilla este salto también fue satisfactorio porque la catapultó hasta el puesto 11 del ranking mundial de su especialidad en la presente temporada, un puesto que, sin lugar a dudas, la pone muy cerca de la élite de esta disciplina deportiva, con la positiva condición de contar con una edad que da margen para vaticinarle un futuro prometedor sobre la pista.
Además de sus virtudes como competidora, quienes la conocen desde categorías inferiores coinciden en que siempre ha sido muy ambiciosa en sus propósitos como atleta, cualidad imprescindible para vencer obstáculos, por difíciles que estos puedan parecer para muchas otras personas.
La "buena costumbre" de subir al podio de premiaciones Hayla la tiene desde cuando competía en Juegos Escolares y en lides juveniles, donde dejó su huella de campeona en el salto de longitud y en los 100 metros con vallas, evento este en el que ha ganado más de una presea.
El mejoramiento sostenido de las marcas conseguidas por esta joven promesa del atletismo cubano es asombroso, y se puede constatar desde febrero de 2023 hasta el mismísimo miércoles último, cuando logró el registro mencionado de 6.85 metros, en Guadalajara, España.
Durante ese período de tiempo (un año y cuatro meses), la nacida en la principal urbe cubana siempre superó los seis metros en sus saltos, con siete primeros lugares, un segundo puesto, un tercero, y un cuarto. Uno de esos éxitos lo saboreó en mayo pasado, cuando se coronó en la Copa Cuba de Atletismo, con un salto de 6.65 metros.
Ese registro lo alcanzó menos de un mes antes de conseguir los 6.85 metros (su mejor marca personal histórica). De continuar con semejante paso, cabe esperar que otro salto le permita clavar sus pinchos bien cerca de la torre Eiffel. Sus novísimas cartas credenciales, firmadas en sus destacadas actuaciones, invitan al optimismo. París no está tan lejos.
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