Es difícil exponer todos los problemas por los que ha tenido que pasar el equipo Industriales durante la temporada sin que suene a justificación en los oídos de los aficionados a este deporte.

Las rachas negativas son comunes en cualquier campeonato largo y todos los equipos las han sufrido en mayor o menor escala durante el torneo, exceptuando a los Vegueros de Pinar del Río, quienes al momento de escribir estas letras no habían perdido ninguna pugna particular.

Atletas contratados en otras ligas, lesiones y enfermedades grupales han influido en los resultados del conjunto azul desde el primer tercio de competencias, aunque la fanaticada contraria se empeñe en negarlo.

Es cierto que otras escuadras también han tenido que lidiar con situaciones similares, y un ejemplo de ello lo encontramos en Camagüey, elenco que perdió a todos sus lanzadores abridores y resbaló fuera de la zona de privilegio.

Los felinos de Guillermo Carmona han tenido que batirse contra contrarios de fuerza como son los Leñadores tuneros y las Avispas santiagueras con un equipo diezmado y bajo las influencias de un virus que ha debilitado a la mayoría de sus jugadores.

Esto no demerita las actuaciones de sus rivales, que en situaciones normales quizás hubieran obtenido similares resultados, pero lo cierto es que para jugar al máximo nivel se necesita contar con todas las herramientas y que estas estén en buen estado.

Relevistas que han tenido que cumplir la función de abridor, jugadores fuera de sus posiciones habituales y novatos teniendo que tomar protagonismos, son solo algunas consecuencias de todo los escollos que se han presentado en el camino a la postemporada.

A pesar de todas esas tormentas jamás salieron de la zona de clasificación y basta con eso para admirarlos, aplaudirlos, respetarlos y confiar en ellos.

Ahora los playoffs están a la vista y nadie puede predecir qué sucederá en ese escenario donde los atletas se crecen, las tensiones aumentan y solo los más grandes se imponen.

La partida a tierras italianas este mismo fin de semana del rescatista Frank Herrera es otro duro golpe que tendrán que enfrentar los capitalinos, quienes necesitan más que nunca de sus apagafuegos.

El Industriales de hoy no está quizás entre los tres favoritos para subir al podio, pero con seguridad darán el extra en el terreno de juego y no entregarán banderas.

Desde el mismo momento que comenzaron a salir jugadores felinos a cumplir contratos en otras latitudes y golpearon las lesiones, apuntamos en este mismo espacio que con seguridad otros tomarían su lugar con dignidad, porque así ha sido a lo largo de la historia.

Una vez superada esta crisis de salud los Leones volverán por sus fueros porque así lo han demostrado desde que comenzó el torneo y esta vez no será diferente.

El apoyo de la afición es crucial en estos momentos. El único equipo que logró medallas en la pasada Serie Nacional y en la Liga Élite, lo merece. Nos vemos en el estadio.

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