La presencia de tres nadadores de Cuba en el Circuito Mare Nostrum de Natación 2024, donde competirán los venideros días 25 y 26 de mayo en la localidad francesa de Caneten-Rousillon y el 29 y el 30 del propio mes en Barcelona, España, tendrá un objetivo bastante diferente al que tuvo este mismo certamen hace exactamente un año.

Esta vez el trío de seleccionados está compuesto por los habaneros Andrea Becali y Rodolfo Falcón Jr., y por la villaclareña Laurent Estrada. Para los tres la meta será aprovechar esta última oportunidad para conseguir sus ansiados boletos hacia los Juegos Olímpicos de París 2024.

Ambas muchachas concursaron en el Circuito Mare Nostrum de Natación 2023, pero en aquel momento el propósito principal era prepararse para llegar en óptimas condiciones a los xxiv Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023, lo cual –a juzgar por lo realizado por ellas en ese evento multideportivo–se cumplió a cabalidad.

Bueno es recordar que en la capital salvadoreña Andrea y Laurent fueron integrantes de los relevos del estilo libre 4x100 y 4x400 metros y en las dos pruebas se alzaron con la medalla de oro con tiempos que constituyeron récord centroamericanos. Por si fuera poco, en las lides individuales de 100 y 200 metros del mismo estilo Andrea se colgó preseas de bronce.

A todas luces, el objetivo de ahora es notablemente más difícil y determinante, porque no es lo mismo acudir a una competencia en busca de fogueo que hacerlo para pugnar por algo tan singular y valioso como un cupo para tener acceso a la justa más importante a la que todo atleta desea asistir.

No obstante, más allá de la presión extraordinaria y comprensible que estos nadadores pudieran llevar con ellos por el complicado reto, los tres irán centrados en alcanzar su objetivo.

Además de la expectativa que genera la posibilidad de conseguir, o no, los tickets hacia París, desde ya queda la satisfacción por el buen trabajo que van realizando directivos, entrenadores y atletas de esta disciplina.

Mientras algunos nos preocupamos, ellos se ocupan, y por el momento darán lo mejor de sí en una base de entrenamiento –hasta el venidero miércoles 22 de mayo– en la comuna francesa de Villejuif, gracias al programa bilateral deportivo de ayuda Cuba-Francia. Así, sin dudas, confiar no es un capricho, y la espera se asume con natural optimismo.

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