Más allá de los resultados de los partidos en estos primeras jornadas de la Serie Nacional de Béisbol en su edición 63, Industriales ha dado señales de poseer herramientas suficientes para construir su camino a la postemporada.

Con la entrada a sus filas de nuevos jugadores, la recuperación física de algunos lanzadores y la madurez que van adquiriendo otras piezas del conjunto, los capitalinos de Guillermo Carmona no tienen justificación para quedar fuera de esa fase del campeonato.

Incluso, con la anunciada partida de varios serpentineros claves, la nómina simplificada tiene nivel, si la comparamos con muchas otras de los equipos contendientes.

Sin temor a equivocarme, estoy seguro que los lanzadores que tomarán la bandera azul para abrir partidos, y los que pasarán a otras funciones, están preparados para caminar sobre las brasas de esta liga, que ha comenzado con una ofensiva descontrolada.

Uno de los retos es llegar a la especialización de cada uno de ellos y respetar eso, algo que en un equipo puede variar de una temporada a otra en dependencia de las necesidades.

Por eso los inicios de campaña son de tanteos y búsquedas -esto se aplica a todas las posiciones al campo- hasta encontrar el mecanismo perfecto que pueda obtener más triunfos que derrotas en el campo de juego.

Los felinos tienen privilegios que no muchos pueden presumir, al contar también con una línea central idónea, par de inicialistas de poder y jardineros ofensivos con buenos brazos y muy rápidos en el terreno.

Además, varios de los jugadores de banca tienen aptitudes para desempeñarse como regulares en la mayoría de las otras escuadras participantes en el torneo, un detalle que demuestra la solidez de su alineación.
Todo esto sin mencionar los factores subjetivos que mueven montañas, como el espíritu guerrero, la combatividad y otros elementos que forman parte del ADN de un equipo con una historia grande en el beisbol cubano.

Por estos días, en los pleitos con los Vegueros de Pinar del Río, hemos visto destellos de lo que puede suceder esta campaña con los felinos.

Cierto que no se ha logrado el objetivo de alcanzar más triunfos que fracasos en ese duelo, pero los aficionados no deben olvidar jamás que las estrategias se diseñan para un calendario de 75 juegos.

Las críticas son parte de este deporte y los que lo amamos no podemos prescindir de ellas porque, como buenos cubanos, llevamos un director dentro que hace más emotivo este juego.

Sin embargo, hay que tener presente que esta dirección con Carmona al frente llevó al podio de premiaciones a ese equipo en la Serie Nacional pasada y en la II Liga Élite, algo que ningún otro timonel pudo hacer con los discípulos bajo su mando.

Basta con eso para al menos darle el beneficio de la duda cuando vemos movimientos que no comprendemos o jugadas que no fructifican, porque si algo tiene el beisbol diferente a otros deportes es lo impredecible que es.

La serie está en pañales y en el horizonte hay un paquete de pasiones que pronto tendremos el placer de sentir. El camino a la postemporada existe y hay que encontrarlo. Nos vemos en el estadio.

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