Después de tres derrotas consecutivas, los Leones de Industriales derrotaron 7-2 a los Cazadores de Artemisa en el Coloso de Cerro y se mantuvieron con vida en el playoffs semifinal de la II Liga Élite del Beisbol Cubano.
Buen trabajo de los lanzadores, defensa hermética y un bambinazo de Ariel Hechavarría, fueron claves para que la manada felina de Guillermo Carmona rugiera por primera vez y detuviera las celebraciones de sus vecinos rivales, al menos una jornada más.
Jonathan Carbó caminó una ruta de seis episodios luego de estar alejado varias semanas del montículo y mantuvo callados los maderos rojos. En todo el trayecto apenas aceptó cuatro imparables y una carrera, labor válida para anotarse el triunfo del desafío.
Su sustituto Kevin Hernández lanzó las últimas tres entradas para apuntarse el salvamento y apenas toleró un imparable del gran Frederich Cepeda a la hora de recoger los bates, este tan largo que sobrevoló los colchones de la banda derecha del terreno.
La balanza del choque se inclinó en el cuarto capítulo cuando los capitalinos fabricaron un ramillete de cuatro anotaciones, dos de ellas remolcadas por el largo cuadrangular de Hechavarría.
Destacaron también a la ofensiva el enmascarado Oscar Valdés con sencillo, doble y par de impulsadas, Yasiel Santoya con un doblete y una empujada y Jorge Enrique Alomá, que conectó un dos sencillos.
El revés fue a los récords del abridor Darío Sarduy, quien soportó seis rayitas en cuatro entradas de trabajo.
Por los derrotados el único que logró pegar un par de indiscutibles fue Yoan Moreno (4-2).
Este viernes a las 6:30 p.m. estos equipos jugarán su quinto partido en el mismo estadio Latinoamericano.
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¡Miauuuu!. En hora buena para industriales. No importa el lugar de origen por abolengo, mucho menos cuando se tratá de la capital de todos los cubanos. Que no otorga ínfulas que no sean aquellas que vengan con esfuerzo deportivo. El espectáculo sano sabe valorar positivamente cada espiritu combativo que enriquezca a la nación. Entrenamiento y trabajo cada vez más profesional; todos los equipos contrincantes por igual necesitan ese don para vencer. No dejar que nadie bajo comentarios apasionados con o sin micrófonos , ni localismos estrechos se piense que están predestinados para la victoria y que todos asisten motivados para ver perder o ganar a uno u otro equipo y no por vocación a un espectáculo merecido a quien se lo gane en el terreno. Todos quieren rugir como reyes del deporte sano y la preparación cada vez más cercana a la perfección del deporte de alturas. Mientras que nadie crea que que el león solo es rey por su rugido: ¡miauuuú!. Gracias.