Una "larga maldición" que duró por 32 años fue pulverizada este 31 de octubre por la cubana Yunisleidy de la Caridad García. Tal pareciera que los velocistas cubanos, aún cuando tenían a tres representantes (dos muchachas y un hombre), en las finales de los 100 metros planos, estarían imposibilitados, nuevamente, de subir a lo más alto del podio en unos Juegos Panamericanos.

Tanto Yunisleidy como su compatriota Yarima García no estaban entre las favoritas para la corona, pues sus rivales tenían mayor "pedigrí", sin embargo, la pista se encargó de tirar por piso dichos vaticinios. Desde el mismo inicio de la carrera, Yunisleidy salió con los motores a full. Desde las semifinales ella sabía, según comentó momentos después de terminar la carrera, que podía incluirse en el podio, pues sus rivales no parecían estar en su máximo nivel.

Lo que de seguro nunca imaginó, fue entrar primera, por delante de la favorita Jasmine Abrams, de Guyana, con nada menos que 16 centésimas de ventaja. La cubana detuvo los relojes en 11.36 segundos, con lo cual rompió la "maldicion" que durante 32 años, cuando en La Habana 1991, Liliana Allen se coronara en los 100 metros femeninos, impidiendo que la Mayor de las Antillas disfrutara de un oro en esta distancia.

La plata quedó en poder de la guyanesa Abrams, que paso segunda con crono de 11.52, apenas una centésima más rápido que la trinitaria Michelle-Lee Ahye, que con 11.53 debió conformarse con el tercer escaño. Yarima García, la otra cubana presente en la final, tras una buena salida comenzó a ceder a medida que transcurría la prueba, para concluir, con 11.71 segundos en el séptimo puesto.

La afición cubana saltó de alegría, la sequía comenzaba a llegar a su fin. Tras 32 años sin festejar, una cubana reinaba los 100 metros de unos Juegos Panamericanos, ahora gracias a los dos potentes motores fuera de borda con que Yunisleidy se presentó al evento. La actuación de las criollas precedió a la final de los 100 metros planos para hombres, en donde la Mayor de las Antillas contó con la presencia de Sahiner Rengifo, pero aquí las cosas serían diferentes

Dos salidas en falso de forma consecutiva, en las cuales el cubano lució muy bien, y dónde ninguno de los atletas tuvo la culpa, tensionaron de forma inimaginable la prueba varonil.

El cubano, que no se encontraba ni de lejos, entre los favoritos al podio, volvió a salir bien en la tercera y definitiva arrancada. Pero ello no bastó para acceder al podio, al ceder poco a poco, hasta definitivamente entrar en el octavo puesto con registro de 10.44 segundos.

Una plata y un bronce, ambos en el salto largo masculino, habían antecedido al oro de Yunisleidy, de forma que los criollos consiguieron este 31 de octubre una presea de cada color en el atletismo. La plata, en esta ocasión, fue para Alejandro A. Parada, con igual resultado de 8.01 metros que su compatriota Maikel Y. Vidal, al cual aventajó al tener un mejor segundo salto. Sobre el rompecorazones vivido en esta prueba, dónde hasta el último salto los criollos estaban tercero y cuarto, y en el cual el oro fue al pecho del colombiano Arnovis Dalmero, con salto de 8.08. Hablaremos más en otro momento.

Vea también:

Tres equipos asedian la cima de la Serie Provincial de Béisbol