Cuando se habla de récord, casi de forma automática, pensamos en los deportes, aun cuando existen multitud de esferas en las cuales estos existen. Desde el rascacielos más alto, hasta la persona más pequeña, la más pesada, o aquella que ha sido capaz de sobrevivir a mayor cantidad de impactos de rayos, son parte de una larga, larguísima lista de marcas, aparentemente irrompibles.

En cuanto a los deportes, la lista de récord incluyen algunos míticos como los 2.45 metros en salto alto de Javier Sotomayor; o las marcas impuestas en 100 y 200 metros planos por el bólido Usain Bolt, por solo citar tres de los más recordados y conocidos. Claro que, aun cuando por el momento no parece que alguien pueda romperlos, esas marcas pueden ser superadas en cualquier momento.

Sin embargo, hay un récord del cual muchos no son conscientes, y que no tiene esa connotación internacional, por ser de factura nacional, y el cual, cada día estoy más seguro, no veré romperse, a menos que emule en años a Matusalén, algo que creo poco probable.

Se trata de los 59 reinados consecutivos, que en igual cantidad de ediciones, acaba de obtener La Habana en los recién finalizados Juegos Escolares Nacionales. De la forma en que veo las cosas, no dudo que en la próxima edición la capital complete las seis decenas de reinados consecutivos. En esta oportunidad los capitalinos dominaron el medallero al hacerse con 117 preseas doradas, 71 platas y 80 bronces, acumulando 567 unidades, con lo cual se impuso de forma global, en la justa escolar de este 2023.

Puede que para algunos se trate de un récord sin importancia, sin embargo, no creo que en el mundo un equipo haya eslabonado una serie de campeonatos tan larga como la citada, mucho menos, que una provincia, o estado, en conjunto haya alcanzado tales cifras en unos juegos nacionales de cualquier categoría. Ello habla a las claras del desarrollo de la capital cubana en materia deportiva, así como de la constancia de los entrenadores y demás trabajadores de deportes que día a día contribuyen al crecimiento de los noveles atletas capitalinos.

En el titular comentaba que este es un récord que estoy seguro no veré romperse, algo de lo cual al ser capitalino me alegro mucho. Y lo digo no solo por simple matemáticas, pues con años sobre la espalda, tendría que, a partir de 2024, tomar las riendas otra provincia y hacerlo de forma ininterrumpida durante 60 ediciones seguidas. De darse estas dos condiciones, significaría que ya habría soplado 113 velitas, algo difícil de alcanzar, pero sin dudas resultaría mucho más fácil que el hecho de que cualquier provincia eslabone una racha mayor a la que acaba de imponer la capital.

Además, confío en que los atletas de La Habana darán lo mejor de sí en la próxima edición de los juegos Escolares, de forma que la capital alcance 60 victorias consecutivas, acrecentando así la imposibilidad de darles alcance. Claro que esto último es solo una predicción. Para saber si se cumple o no deberemos esperar hasta el año próximo, cuando tenga lugar la 60 edición de los Juegos Escolares Nacionales.

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