Una magnífica iniciativa comenzó a llevarse a la práctica el martes último en el Hospital Nacional de Rehabilitación Julio Díaz, ubicado a la entrada del reparto Fontanar, en el capitalino municipio de Boyeros.

La excelente idea fue tomando forma gracias a la unión de un médico y dos entrenadores con inmensas ganas de sacar el máximo provecho al vínculo mágico entre deporte y salud.

Fue Joel Alvisa, médico especialista en rehabilitación del Hospital Psiquiátrico 27 de Noviembre, más conocido como Quinta Canaria, quien por un hecho circunstancial pudo dar riendas sueltas a su imaginación para visualizar un incipiente proyecto.

“Tengo una hija badmintonista convencional y ella coincide en el mismo sitio de entrenamiento con los atletas de parabádmiton. Hace aproximadamente un año, cuando llegué a esa sede y los vi preparándose juntos, enseguida me acerqué al entrenador porque, además de un padre que acompaña a su hija a entrenar, también yo soy rehabilitador y me motivó mucho ver a esos muchachos bien activos”, reveló Alvisa.

Según reseña el propio galeno, posteriormente le propuso a la dirección del hospital Julio Díaz su noble propósito: “Yo quiero poder contar con un día para que los pacientes discapacitados ingresados aquí vean las habilidades adquiridas por personas con similar condición de salud que ellos, y puedan constatar cómo la discapacidad no es una limitante para lograr, incluso, convertirse en atletas de alto rendimiento con la posibilidad de representar a Cuba en eventos internacionales”.

Por su parte, Roeldi Beltrán, entrenador de la EIDE y atleta discapacitado (doble medallista en los Panamericanos de parabádminton celebrados en Cuba en 2014), también es uno de los artífices de esta acción motivadora: “Estamos aquí porque queremos que los pacientes y sus acompañantes puedan comprobar con sus propios ojos que sí se puede, y estimularlos a practicar este deporte o cualquier otro, pero siempre con la idea de hacerles vencer barreras a nivel mental”.

El diálogo con estos profesionales transcurrió apenas minutos antes de iniciarse las demostraciones de habilidades de varios parabadmintonistas que ya han competido en lides escolares, provinciales, nacionales o internacionales.

No obstante, también hubo tiempo para dialogar con Gilberto Amador, entrenador de personas con discapacidad desde 2014, jefe técnico de bádminton y parabádminton en La Habana, y segundo entrenador de la preselección nacional de discapacitados, quien es otro de los protagonistas de esta propuesta movilizadora.

“Además de los objetivos mencionados por Joel y Roeldi, también estamos interesados en darle más promoción al deporte y a la vez brindarle una buena actividad recreativa a los pacientes. Muchos de ellos por primera vez verán esta disciplina para personas con discapacidad, pues en la TV más bien se transmite el paratletismo, la paranatación… sobre todo en juegos multideportivos. Queremos que se cumpla la función rehabilitadora de este deporte, pero también, por qué no, que quienes padecen diversos tipos de discapacidades sepan, definitivamente, que más adelante pueden llegar a ser competidores de alto rendimiento, con el lógico esfuerzo y la segura satisfacción que eso conlleva”, concluyó Amador.

Tanto Joel, como Roeldi y Gilberto, coincidieron en, al menos, promover estos encuentros cada dos meses, si condiciones mínimas, como la transportación de los paratletas hacia el hospital Julio Díaz pudieran estar garantizadas.

De izquierda a derecha, el doctor Joel Alvisa, y los entrenadores Gilberto Amador y Roeldi Beltrán. Foto: Juan Carlos Teuma Díaz

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