El próximo miércoles 29 de marzo se escuchará la voz de play ball en ocho estadios del país y quedará inaugurada la 62 edición de la Serie Nacional de beisbol, el torneo deportivo más importante y seguido por los cubanos.
Los Industriales de la capital saldrán a la grama de su estadio Latinoamericano para enfrentar a los Tigres de Ciego de Ávila en una serie de cinco juegos (dos de ellos el jueves a siete entradas), una novedad implantada por la Comisión Nacional para recortar los viajes entre provincias ante la escasez de combustible.
El objetivo de los Leones, más allá de clasificar a la postemporada, es alcanzar una corona que le ha sido esquiva por 13 largos años, y aunque muchos aficionados estén hastiados de sufrir decepciones en ese lapso de tiempo, la buena noticia es que esta vez han logrado reunir un equipo que tiene herramientas para hacerlo.
Pareciera difícil cuando no podrán contar por diferentes razones con un lanzador como Pedro Álvarez, quien le ganó 11 juegos en la pasada campaña, con uno de los mejores talentos del país: Erick Cristian González, y con sus dos terceras bases: Andrés Hernández y Jorge Luis Barcelán.
Sin embargo, la progresión que han exhibido varios de sus atletas, la entrada de algunos novatos que le darán fuerza y rapidez al conjunto, un cuerpo de pitcheo plagado de jóvenes con nivel y con un año más de experiencia, una buena banca y las ausencias notables que han sufrido la mayoría de sus contrarios, son elementos, que unidos a la excelente preparación física que han tenido, convierten a los azules en un fuerte candidato al título nacional.
Aunque es cierto que no cuentan con ese lanzador líder que llamamos “al seguro”, tan necesario en juegos claves, si presumen de un staff de abridores que ha madurado y que cuenta con los aparejos necesarios para caminar el partido e imponerse en esta liga.
El trío de Pavel Hernández, Marcos Ortega y Raymond Figueredo ha tenido un crecimiento notable en el último año de sus carreras, sobre todo en el control de sus envíos y en la confianza encima de la lomita.
Hernández, por primera vez ganó siete juegos en la pasada edición y en la Liga Élite logró bajar su whip hasta 1.41, algo que no había logrado en seis temporadas; Ortega en ese mismo torneo superior permitió menos de cuatro limpias por juego por primera ocasión en su carrera, y Figueredo salió del bullpen para consolidarse como abridor al ganar 11 de sus 19 aperturas en todo el año y mejorar su promedio de embasados por entradas.
Otro detalle es que, por fin, los felinos de la capital contarán con un zurdo para abrir partidos, función que asumirá Julio Rodríguez, un serpentinero que luego de quedar fuera de la nómina en la contienda pasada, aprovechó el tiempo y ha elevado su nivel, según confirman los entrenadores.
Otros como Maikel Taylor, Remberto Barreto, el recuperado Frank Herrera, el recién llegado Diosvel Nápoles, y el ya experimentado Elder Nodal, le dan caché al grupo, y los taponeros Juan Xavier Peñalver y Andy Vargas están bien calificados para cumplir su función.
Llama la atención también, además del diestro Jonathan Cruz (firmado en 2019 por los Cerveceros de Milwaukee), el grupo de jóvenes que no rebasa los 20 años de edad con buenas prestaciones en categorías menores y que en cualquier momento dan el salto cualitativo.
Son ellos los repitentes Silvano Hechavarría, Omar Riesgo y Fher Cejas y los novatos Rafael Orlando Perdomo y Eduardo Rodríguez.
Con respecto a la ofensiva, punto fuerte de la escuadra en todas las campañas, a los ya establecidos se han unido varios debutantes que se ganaron el puesto durante toda esta etapa de entrenamientos y desafíos de confrontación con el madero en ristre y con sus acciones defensivas.
Los nombres de Alfredo Hechavarría, Frank David González, Dairon Hidalgo, Raúl Pérez, Roque Tomás, Jorge Luis Silva y Ernesto Oses, quizás sean desconocidos para una parte de la fanaticada que no ha estado al tanto de todo este proceso, pero dejemos que ellos mismos demuestren su valía sobre el campo de juego.
El mentor Guillermo Carmona ya anunció el mismo día de la presentación de la nómina oficial del equipo que este sería su último año en ese puesto, y confesó los deseos de despedirse encaramado en lo más alto del podio. No es una quimera. Nos vemos en el estadio.
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En ocasiones las nóminas plegadas de figuras estelares no brillan en el terreno. Me pasa igual con los films que tienen un rosario de actores buenos y archiconocidos y resultan un fiasco. Yo espero que esta serie no sea un copia de las anteriores para las huestes de Industriales y le brinden un buen espectaculo a la afición capitalina. Además, creo que sus peloteros se llenen de amor propio y le regalen su victoria a Carmona en su retiro como director.