Para los amantes del beisbol en la capital ha sido muy reconfortante ver la actuación de su equipo juvenil en esta campaña, una tropa que luce invencible sobre el campo de juego al salir victoriosa en sus doce primeras presentaciones, algo que aunque no hemos podido corroborar que sea un récord para equipos habaneros de esa categoría, es un comienzo arrollador.

La “Furia Felina” del profesor Guerra ha impuesto respeto sobre la grama con excelentes guarismos en todos los aspectos fundamentales de juego, para demostrar que en este deporte hay materia prima en el territorio.

A la ofensiva estos muchachos han fabricado 111 carreras (más que ninguno de los otros 15 conjuntos) y exhiben un promedio de bateo de 327 (segundos) en un torneo donde la media es de apenas 239 Ave.

Su capitán José Luis Cerice (462 Ave) comanda el bateo de la justa seguido por Yandro Hernández (444 Ave), dentro de un selecto grupo de siete bateadores que promedian 400 o más, donde también se incluye Gabriel Valdés (400 Ave).

Yandro, hijo del otrora estelar jardinero de los Industriales Stayler Hernández, es el líder del evento en hits conectados (20), dobles (5) e impulsadas (19), y es el que más veces ha remolcado la carrera del empate o la ventaja con ocho.

Rapidez en las almohadillas, oportunidad con el madero, pitcheo hermético y magnifica defensa, son otros parámetros que hacen de este equipo un fuerte candidato para alcanzar la corona nacional, aunque todavía queda mucho camino por andar.

Estos cachorros de león han sido capaces hasta el momento de robarse 25 bases en 33 intentos (segundos), recibir 75 bases por bolas (primeros) y empujar para el plato a 97 corredores de los 281 que han encontrado en posición anotadora, para un envidiable 34.51% de efectividad.

En la lomita su staff de lanzadores apenas permite 1.81 carreras por juego completo y sus contrarios le compilan para un bajo 182 Ave, con destaque para Javier Darío Márquez (solo una limpia en 24 entradas), quien tiene foja de 4-0 (líder de la campaña junto a otros cuatro lanzadores)

Por último y no menos importante, este equipo que comete menos de una pifia por partido, luce un average defensivo de 974, segundos entre todos los elencos contendientes.

Con semejantes números y la actuación individual que han firmado varios jóvenes, muchos aficionados al equipo Industriales podrán pensar que el futuro de los azules está garantizado, sin embargo esta película la hemos visto muchas veces a lo largo de los últimos años.

La emigración de atletas, la falta de juegos en su categoría superior (sub 23), la escasez de recursos en los sistemas de entrenamientos y hasta una alimentación inadecuada, son flagelos que conspiran contra esto, pero eso será tema de próximos comentarios. Nos vemos en el estadio.

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