La joven ondina capitalina ya ha cosechado múltiples medallas en su corta carrera deportiva. Foto: Tomada del Perfil de Facebook de Melissa Cabrera

Un verdadero premio a los buenos resultados de la natación capitalina constituyó la reciente inclusión de dos jovencitas habaneras en el cuarteto de nadadores que representaron a Cuba en el Tope de Natación Claude Sufrin in Memoriam 2023, celebrado en Martinica, entre el 13 al 15 de enero pasados.

A esa justa, donde nadaron ondinas y tritones de entre seis y 16 años, asistieron las giraldillas Melissa Cabrera y María Carla Víctores, además del avileño Jonathan Áreas y el camagüeyano Yunieskel Clavelo.

Allí la cosecha fue valiosa: una presea dorada, tres plateadas e igual cantidad de bronceadas conquistó el cuarteto cubano en la lid.

La de oro la mereció el agramontino Yunieskel en los 100 metros estilo pecho (1:16.13 minutos), quien también llegó en segundo lugar en los 100 mariposa (1:00.33) y en tercero en los 200 libre (2:06.65).

Por su parte, el avileño Jonathan ganó dos medallas de plata: en los 50 espalda (29.36 segundos) y en los 50 mariposa (27.53), mientras que la habanera Melissa se adueñó de una de plata en los 200 libre (2:21.05 minutos) y una de bronce en los 100 mariposa (1:12.78).

Solo María Carla, la otra nadadora capitalina, se fue sin medallas en esta ocasión: se ubicó en el quinto peldaño en los 100 metros dorso, llegó séptima en los 50 de la misma especialidad y concluyó en el octavo lugar en los 100 libre.

Los jóvenes exponentes que compitieron en la alberca martiniquesa ya habían logrado buenos resultados en la Copa Marcelo Salado, los 58 Juegos Escolares Nacionales, la Copa Andrés Pérez y en más de una pruebas de control.

Una de estas promesas de la natación, Melissa Cabrera, ya es una “vieja” conocida para los lectores de Tribuna de La Habana. Sobre todo a partir de que fuera elegida como la atleta más destacada de la Copa Radio Bayamo, en marzo de 2020, cuando participaba en la categoría 11-12 años.

Poco después de aquella fecha se detuvieron la mayoría de las competiciones en Cuba y en el resto del planeta, pues la COVID-19 obligó al necesario aislamiento para impedir la propagación de la letal enfermedad.

No obstante, la pausa impuesta por la pandemia no le quitó ni un ápice de motivación a la niña Melissa. Ella continuó su entrenamiento –durante dos horas diarias– en la azotea y en la sala de su casa.

A pesar de su corta edad, la novel campeona en esos días difíciles dio muestras de madurez y responsabilidad en entrevista concedida a nuestro periódico, al afirmar: “La natación es mi vida y alegría, me consagro en cumplir el régimen de preparación para llegar a alcanzar medallas en eventos nacionales e internacionales, agradezco a mi familia, profesores, amigos, vecinos… pues tengo un gran compromiso con la capital de continuar aportando medallas y mantener el deporte entre los primeros lugares”.

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