Pocos torneos deportivos en el mundo han nacido en un escenario tan convulso, bajo tantas fuerzas contrarias que lo empujan a barrancos periféricos y bajo el ojo escéptico y crítico de los aficionados, como esta Liga Élite del Béisbol Cubano.
Pocos campeonatos han generado tanta hojarasca, han levantado tanto polvo, y han puesto en jaque a los directivos y organizadores, como esta nueva versión de la Serie Selectiva.
Pocos han prendido una hoguera tan grande donde la gente ha corrido a tirar sus esperanzas y han creado una legión de Quijotes, que como yo, han salido con la lanza de las teclas a combatir molinos de vientos que lo frenan, con un romanticismo loco pero bien fundado.
Sí, porque aún metido en esta vigorosa tormenta, sigo creyendo que esta Liga Élite no se desplomará y que en algún momento de su escabrosa ruta se va a prender del cuello de la gente como perro salvaje.
Lo sigo pensando cuando veo la fanaticada llenando las tribunas del estadio Julio Antonio Mella; cuando percibo a los lectores mirando de reojo los textos que hablan de jonrones y jugadas, de ofensivas que crecen por días y de paridades sobre la grama.
Así lo creo porque a pesar de pasiones provinciales y regionalismos, esa gente que está allá afuera en su lucha diaria para tener una vida decente, necesita el béisbol para respirar.
Lo creo porque este deporte es parte de nuestra cultura y pocos pueden quedar inmunes a su impronta, aunque su propia rebeldía los convide a quejarse por los errores que cometen algunos incapaces.
Creo en la Liga Élite porque creo en el béisbol y sé que esa identidad que tanto necesitan los aficionados para vitorear y apoyar a sus equipos, está por ahí dando tumbos en algún rincón del cuerpo y en algún momento saldrá de ese laberinto, inevitablemente.
Solo ha pasado una semana, el tiempo juzgará. Nos vemos en el estadio.
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Así de grande son los que sabemos luchar contra los vientos opuestos a nuestros opiniones y criterios, gracias Boris por el ejemplo de amor de trasmites con tu digna actitud. El béisbol vencerá y la liga también por encima de los detractores y opurtinistas de mala fe.
Adelante Boris!!