Una nueva estrella pretende ocupar su merecido espacio en el firmamento deportivo de Boyeros, de La Habana y de Cuba a base de talento y de una habilidad ejemplar para vencer obstáculos y enfrentar desafíos, prácticamente en solitario.
A sus 23 años de edad, Harold Lázaro Quintana Figueroa es un hombre de récords. Así lo demostró en diciembre del año pasado, cuando dio 260 toques al balón de fútbol con su pie izquierdo, sentado en su sillón de ruedas, durante el corto plazo de un minuto.
Así buscará ratificarlo el venidero sábado 16 de julio a las 10:00 a.m., en el Hotel Copacabana, donde
intentará implantar una marca de más toques a la esférica que pudiera sorprender a especialistas y aficionados, debido a que ya en entrenamientos ha logrado golpear la pelota varios cientos de veces
consecutivas.
A Harold lo entrena y asesora Luis Carlos García, recordista mundial y Guinness de dominio del balón, porque el Inder de Boyeros (municipio donde reside) ¿no pudo? poner a su disposición un especialista a tiempo parcial para guiarle en su preparación.
No obstante, quien lo conoce sabe que Harold no se rinde. Su estirpe de campeón prevalece. Sabe crecerse a pesar de su padecimiento (artrogriposis múltiple congénita), una condición identificada por múltiples contracturas articulares, en su caso, con todas las extremidades afectadas.
Pero él se impone. Es, sin dudas, un ganador. Tiene además el don de la palabra. La domina con el mismo acierto con el que subyuga la pelota de fútbol.
¿Cuándo incursionas en el dominio del balón?
—Comencé desde la primaria, en la escuela especial Solidaridad con Panamá. Tenía ocho años. En los tiempos libres un grupo de amigos nos poníamos a competir para ver quién dominaba más el balón. Me gustó tanto que, incluso, en los pases los fines de semana también estaba mucho tiempo haciendo dominios en la casa.
¿A qué te dedicas en la actualidad?
—Yo terminé 12mo. grado en 2017 y aprobé mis pruebas de ingreso, pero en ese momento no pude ingresar a la universidad por diversas trabas. Hoy por hoy sigo en primer año. Trasladarme de Mulgoba hasta la Universidad es para mí prácticamente imposible. Y no siento que ha habido suficiente interés para apoyarme en mi propósito de convertirme en un profesional útil al país.
¿Cómo realizas tu preparación?
—Al principio fue un poco difícil, porque yo solo hacía abdominales. Después, con la guía de Luis Carlos, comencé a ejercitar el cuádriceps de la pierna izquierda, incorporé ejercicios de tronco, otros para fortalecer la espalda baja… todos útiles para facilitar la resistencia y la fuerza.
¿Cuáles son tus metas como deportista?
—Yo no me pongo límites. Quiero llegar hasta donde la salud me lo permita. No pienso desistir. Entre mis retos para este año está hacer cuatro récords. Y si puedo hacer más, mejor entonces. Con el apoyo de mi entrenador (Luis Carlos) creo que podré avanzar mucho más. Por sus consejos estoy en buena forma ahora y todo lo que sé sobre el dominio se lo agradezco a él.
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