El venidero 24 de marzo, cuando la selección de Pinar del Río reciba a su similar de La Habana en tierra vueltabajera, pudiera quedar definido cuál será uno de los dos equipos del grupo A destinado a pasar a la siguiente fase en esta IV Liga Nacional de Fútbol Sala.
Luego de los resultados del jueves último, la formación pinareña se ubicó en el segundo lugar tras derrotar a Industriales con cerrado marcador de tres goles por dos, en duelo matizado por la polémica provocada por decisiones arbitrales que –sin duda– incidieron en el resultado final del partido.
En esa misma fecha acá, en la Ramón Fonst, La Habana pudo darse el lujo de cometer errores defensivos que en choques anteriores no habían marcado su aún impecable trayectoria en este certamen. No obstante, un buen engranaje en el ataque, con más de una jugada de laboratorio llevada a feliz término, les permitió conseguir su tercer éxito en igual cantidad de salidas al tabloncillo, esta vez con pizarra de siete dianas por tres ante la escuadra de Artemisa.
A pesar de las pifias que provocaron los tres golazos artemiseños, el más laureado conjunto de la capital exhibe cifras muy favorables en esta lid: entre sus tres partidos celebrados suman 17 goles a favor y solo cuatro en contra.
Su buena puntería a la hora de encarar la portería rival ha tenido como principal protagonista al jovencito Dayán Cotilla, quien ya ha perforado las vallas de sus oponentes en siete oportunidades, para liderar los goleadores en esta IV Liga Nacional.
Cotilla es uno de esos jugadores que ponen su exquisito dominio de la técnica a favor de la causa de su equipo. No da una finta de más, no retiene el balón innecesariamente, no es egoísta, es eficiente haciendo lo que corresponde en cada situación del juego y a todo ese virtuosismo le agrega una notable capacidad para poner el extra en aras de culminar las jugadas exitosamente.
Es, definitivamente, de esos futbolistas sobresalientes que ayudan decisivamente a llevar trofeos a las vitrinas. Y no está solo. Por lo visto hasta ahora, el experimentado director técnico Freddy Herrera ha logrado impregnarles a todos sus pupilos ese halo triunfal que tenían los equipos habaneros de cuando él mismo era un joven talentoso.
En aquella época dorada, seguir los campeonatos desde las gradas era una experiencia inigualable, dada la calidad del espectáculo, ya fuera en justas nacionales como provinciales e, incluso, a nivel de clubes de barrios.
Con esos atributos irá La Habana a enfrentar a Pinar del Río el próximo jueves. Tratará de mantenerse en la cima de una llave en la que es, precisamente, el elenco de la más occidental de las provincias su más cercano perseguidor, con dos pleitos ganados y uno perdido. Por su parte, Industriales, con un triunfo y dos descalabros, buscará salir airoso ante Artemisa, escuadra que todavía no ha estrenado la casilla de las victorias.
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