Este martes en horas de la tarde los Leones capitalinos saldrán a la grama del estadio 26 de Julio de Artemisa para hacer su debut en esta recién iniciada Serie Nacional en su edición 61, después de una larga espera motivada por el impacto de la pandemia del coronavirus.

Allí los esperan los Cazadores, un equipo que viene de una temporada decepcionante donde ocuparon el lugar 14 en la tabla deposiciones, pero con el plus de haber vencido a los felinos de Guillermo Carmona en tres de los cinco desafíos que sostuvieron el año pasado.

El diestro Pavel Hernández tiene la misión de subirse al montículo azul para tratar de burlar las flechas rivales, algo que no pudo hacer en la campaña anterior cuando se fue explotado a la cueva en la única salida que tuvo frente a ellos.

En aquella oportunidad, el ahora líder del staff industrialista, no pudo completar la cuarta entrada y cargó con la derrota, después de tolerar cuatro anotaciones limpias con cinco imparables y cuatro boletos recetados.

En la trinchera opuesta, el nuevo mentor Lázaro Arturo Castro, colocará al zurdo Misael Villa, un serpentinero que ya los venció en la última temporada con una actuación meritoria de relevo, donde trabajó 4.1 capítulos en blanco aceptando apenas un par de indiscutibles, mientras liquidaba a cuatro contrarios por la vía amarga.

Cierto es que mucho ha llovido desde entonces y Hernández ha continuado elevando su curva de rendimiento. El espigado muchacho de 1.93 metros de altura y 25 años cumplidos es ahora mismo una carta más segura que hace un año atrás y ha llegado a una madurez, tanto técnica como psicológica, que le permitirá sin dudas enfrentar los retos que tiene por delante.

En funciones de abridor, el capitalino inició 16 partidos en la contienda pasada, se anotó seis triunfos, y trabajó para una efectividad de 4.72 carreras limpias permitidas por juego completo, todos estos números los mejores de su carrera de cinco Series Nacionales.

Mientras tanto, Villa tuvo un balance negativo con cinco éxitos y nueve fracasos y exhibió un PCL de 4.95, en una de sus temporadas menos felices desde que debutó en 2011.

El duelo está pactado, los Cazadores tienen el objetivo de borrar esa mala imagen que dejaron hace un año, donde quedaron rezagados en todos los aspectos de juego al punto de ser últimos en pitcheo (6.37 PCL) y penúltimos en bateo (274 Ave).

Mientras tanto, los Leones, como ha declarado su timonel Carmona en varias entrevistas previas, van en busca de la ansiada corona nacional, algo que no logran desde el año 2010. Nos vemos en el estadio.

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