La III Copa Mundial de béisbol para menores de 23 años (esta vez hasta 24 por el atraso de la competencia por la pandemia) arrancará el próximo jueves 23 de septiembre con la participación de 12 equipos divididos en dos grupos con sedes en las ciudades mexicanas de Obregón y Hermosillo.

Cuba hará su debut en estas lides luego de no asistir a las primeras dos ediciones ganadas por Japón y México, con la misión de alcanzar un puesto decoroso para no seguir resbalando en el Ranking Mundial de la Confederación Mundial de Béisbol y Softball (WBSC) donde ha caído al lugar 11 por primera vez en su historia.

La mayoría de los aficionados, hartos de pronósticos triunfalistas y derrotas internacionales, no se han subido al tren del optimismo y atrincherados en sus frustraciones se resignan a encontrar alegrías en este nuevo reto del béisbol cubano.

Con estos precedentes, unido a algunas ausencias importantes dentro del conjunto por diferentes causas y a la poca información que nos llega de los rivales, es un acto casi suicida hacer un vaticinio favorable, sin embargo, veo algunas luces encendidas sobre el campo de juego que me motivan a correr ese riesgo.

El aura ganadora de su manager Eriel Sánchez está comprobada y eso es un punto a favor para cualquier conjunto. El espirituano, ayudado por una vasta experiencia acumulada en sus 25 temporadas como jugador activo, debutó como timonel alcanzando la corona con sus gallos en el último campeonato doméstico sub 23 y luego logró la clasificación para este mundial al mando de la selección nacional en el Panamericano, celebrado el año pasado en las ciudades de Managua y Tegucigalpa.

Allí solo perdió un partido ante los anfitriones nicaragüenses que a la postre fueron los ganadores del torneo, pero logró victorias contra varios equipos que estarán en esta cita como República Dominicana, Venezuela, y Panamá.

Ahora el equipo, con 12 repitentes de aquel torneo, se ve sólido en los tres departamentos fundamentales de juego y ha logrado reunir a hombres de fuerza, una carencia que presentaba en aquella ocasión. Si a esto le sumamos el trabajo que se vino haciendo este año con esos talentos promovido y dirigido por el profesor Franger Reynaldo, bien pudiéramos esperar una buena actuación por aquellas tierras.

El objetivo, según palabras de algunos directivos, es ubicarse entre los tres primeros de su grupo y lograr el boleto a la Súper Ronda, pero Eriel Sánchez ha declarado que va por la medalla de oro, y creo que sus pretensiones no son descabelladas.

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