Cuando el próximo 24 de agosto se inauguren los decimosextos Juegos Paralímpicos de la historia, uno de los 16 atletas que representará a la mayor de las Antillas será el velocista Leinier Savón, doble campeón en la pasada cita múltiple de Rio de Janeiro hace cinco años en los 100 y 200 metros planos.

Pequeño de estatura (1.63 metros), el guantanamero no le sacó bandera blanca a la vida cuando con solo 16 años en un chequeo médico mientras se alistaba para el Servicio Militar, le detectaron una retinosquisis que le afectaría la retina del ojo. Adicto a la adrenalina y con un torrente de ADN deportivo que le corría por sus venas, su destino estaba marcado.

Aquel muchacho que ya desde hace varios años atrás había tomado el camino del deporte para canalizar sus energías y su talento, no se tiró de rodillas sobre la arcilla. Inspirado en su madre atleta y motivado por sus primos boxeadores Félix Savón (tricampeón olímpico) y Erislandy Savón (campeón mundial y doble titular panamericano), no se detuvo jamás hasta llegar al Olimpo.

Catalogado como débil visual profundo (T12 Y F12), se especializó en carreras cortas y en salto de longitud y desde su debut internacional en 2014 ha llenado sus vitrinas con múltiples premios y medallas que lo han convertido en referencia del deporte adaptado.

En su hoja de servicios brillan los metales dorados en 100 y 200 planos en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015 y en el Campeonato Mundial de Doha ese mismo año, el logrado en la cita continental de Lima 2019 en el salto de longitud donde implantó récord para la competencia, y el doblete en los Juegos Paralímpicos de Río que lo elevó a la gloria.

Este año, a solo tres días de cumplir sus 32 años, se llevó la medalla de oro en los 100 metros en el Grand Prix de Paratletismo de Túnez con un tiempo de 10.75, muy cerca de su marca personal, para demostrar que se encuentra en óptima forma para la cita en la capital japonesa, donde desgraciadamente no está convocada esta vez la prueba de 200 metros planos.

Con el saltador cubano Iván Pedroso y el velocista jamaicano Usaín Bolt como ídolos, Savón saldrá a la pista del Estadio Olímpico de Tokio el venidero 27 de agosto en busca de su clasificación para la final del hectómetro y tres días después tratará de buscar un puesto en el podio en el cajón de saltos, para mejorar su octavo puesto de la pasada cita estival.

Como otros miles que estarán presentes por aquellas tierras defendiendo los colores de sus países, el elegido entre los diez atletas discapacitados más destacados del año 2019 en Cuba ya es un triunfador por haber vencido los avatares de la vida y demostrar, una vez más, que la lluvia pura y cristalina viene de negros nubarrones.

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