Cuando el próximo 24 de agosto queden inaugurados los decimosextos Juegos Paralímpicos de la historia, 16 cubanos desfilarán por la pista del Estadio Olímpico de Tokio para competir en siete disciplinas, en busca de ubicar a la Mayor de las Antillas entre los 20 primeros países en el medallero general.
Uno de ellos es el capitalino Damián López, un ciclista de 44 años que lleva más de tres décadas pedaleando en medio de los ataques implacables de la vida, portando la bandera del sacrificio como estandarte, y venciendo metas con su discapacidad a cuestas para ganarse la admiración y el respeto de todos.
Con apenas 13 años de edad López recibió una fuerte descarga eléctrica cuando trataba de desenredar su cometa de unos cables de alta tensión que le desfiguraron el rostro y provocaron la amputación de sus antebrazos.
Dueño de una voluntad envidiable después de varios meses en coma, encontró fuerzas dentro de los laberintos de su cuerpo mutilado, luchó contra las corrientes del destino, y se empeñó en dominar la bicicleta a pesar de sus limitaciones.
Con el paso del tiempo el muchacho natural de Cerro encontró la llave para ir abriendo las puertas que se levantaban imponentes sobre las pistas, sorteó los escollos físicos y psicológicos que inundaban el pavimento y su mente, y demostró lo que pueden hacer los seres humanos cuando se proponen un objetivo en la vida.
Miembro del equipo nacional de ciclismo para personas con discapacidad ha recorrido el mundo engrosando su hoja de servicios con su participación en campeonatos regionales y mundiales, Copas del Mundo, y dos Juegos Paralímpicos; robándose los titulares de periódicos y revistas en Cuba y en el extranjero.
Hace tres años, mientras se dirigía con su inseparable bicicleta a uno de sus entrenamientos, fue atropellado por un ómnibus y perdió su pierna derecha, víctima quizás de la ira de algunos de los dioses envidiosos que no soportan el éxito de nosotros los mortales. Pero ni ese pasaje tan triste y desgarrador, ha podido vencer a este hombre, que como Ave Fénix ha vuelto a resurgir de sus cenizas para continuar su escalada al Olimpo del deporte.
Ahora con una prótesis en su pierna y sin antebrazos, se ganó la plaza a estos Juegos Paralímpicos de Tokio en el Campeonato Mundial de este año en Portugal y competirá en la prueba del kilómetro en la pista y en la de ruta y contrarreloj en la carretera.
No lleva pronósticos de medallas y para nada importa el lugar que pueda alcanzar en la competencia. Su presencia allí bajo los cinco aros es un premio gigante para un hombre que es más rápido en las pistas que la muerte misma y que en cada pedaleada va dejando una estela de esperanzas que nos eriza la piel y nos motiva a cultivar nuestros sueños, aún bajo las más difíciles circunstancias.
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Admirable fuerza de voluntad, no hay obstáculo que le frene en sus propósitos. Felicidades eres un campeón.
A Damián Lo conocí desde niña en el barrio, no hay joven de su edad que no supiera de él. Se merece toda la gloria y el respeto de todos los cubanos. La vida lo ha puesto a prueba y pienso que ha sido hasta injusta, pero ha sabido superarse, vale la pena que muchos supieran más de él y su historia de vida. En esencia, ha sido un Valiente.
La verdadera fuerza radica en la mente y el corazon. Los musculos son solo un complemento y usted tiene 100 veces mas corazon y mente q muchos otros. Fuerza amigo capitalino. Vecino de mi querido cerro en la habana y siempre al frente q el cerro tiene la llave.
Muy bonita publicación. Que la suerte y la buena vibra acompañe a Damián en los juegos paralímpicos. Un abrazo y muchas bendiciones.
valla que espiritu y coraje y valentia te re felicito hermano te deseo lo mejor todo un ej.saludos argentina