La prueba de salto largo masculino dejó un sabor agridulce en la afición cubana, a pesar que sus representantes conquistaron las preseas de plata y oro. Fue una jornada donde las lesiones jugaron un papel protagónico, al punto de impedir a los criollos realizar varios saltos.
El cubano Maikel Massó se puso al frente de la prueba en su primer salto, al estirarse hasta los 8.21 metros, resultado con el que concluyó la competencia. Tras un segundo intento de 8.05, del cual salió lesionado, ya no pudo saltar más y debió conformarse con ver como el griego Miltiadis Tentoglou, en su último intento, marcaba 8.41 metros, y lo desplazaba al tercer puesto.
Por cierto, que ese salto del griego, fue igual al logrado por Juan Miguel Echevarría en su tercer intento, y le sirvió para conquistar el oro, toda vez que tenía un mejor segundo salto que el cubano.
Para Echevarría, lo más doloroso no fue ver como el griego igualaba los 8.41 que él había marcado en su tercer salto sino la impotencia de no poder mejorar los 8.15 que el griego tenía como segunda mejor marca de la jornada. Echevarría se había lesionado en su cuarto salto, donde apenas alcanzó 6.71 metros, renunció al quinto, y salió a tratar de saltar tras el brinco del griego. Pero el dolor no se lo permitió y debió conformarse con la plata, mientras Massó quedaba en bronce.
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