Un swing sería suficiente para que el nombre de Rudy Reyes se tatuara en los libros azules que recogen la historia del equipo Industriales. Bastaría aquel bambinazo con las almohadillas repletas que convirtió en un manicomio el estadio Latinoamericano para que este León de pura raza no fuera olvidado nunca por los aficionados que aman este mágico deporte.
Aquel cuadrangular frente a los envíos del estelar espirituano Ismel Jiménez con su equipo debajo en el marcador, no sólo sirvió para conseguir el boleto a las semifinales, fue una chispa que prendió en la vergüenza de un equipo que no se detuvo hasta alcanzar su corona número 12 en Series Nacionales, última lograda por los capitalinos hace ya 11 años.
Sin embargo, la historia de este mítico jugador de cuadro que llevaba el número 10 en su espalda, no se limitó a ese momento glorioso y estuvo plagada de acciones inolvidables hasta el último instante de su retiro después de 22 temporadas.
Otra de sus clases magistrales de honor la dio cinco años más tarde de aquel cuadrangular increíble, cuando ya en el ocaso de su carrera fue el último pelotero llamado para la selección nacional, que intervendría en los Juegos Panamericanos de Toronto, en sustitución de la estrella del conjunto: Yuliesk y Gurriel, quien por razones que nunca comprendimos declinó participar.
“El Yuyo” -como lo llaman los aficionados- con esa dignidad sobre el campo que solo tienen los inmortales de este juego, lo reemplazó con creces echándose el equipo al hombro al conectar 13 imparables en 23 turnos al bate para adueñarse del liderato de bateo del evento y llevar al equipo Cuba hasta la medalla de bronce continental, acto con lo que se ganaría el respeto eterno de todos los que tuvieron el privilegio de verlo desempeñarse sobre el diamante.
No cabe en estas líneas la grandeza de este pelotero, cuatro veces campeón con sus felinos de la capital y 12 veces integrante del equipo nacional. A lo largo de su carrera, en nuestros campeonatos de casa, participó en 1 726 partidos, conectó 1 784 hits en 6 108 veces al bate para un promedio de 292 Ave, con 110 jonrones y 806 carreras impulsadas, y se robó 174 bases en 263 intentos.
Después de su retiro y gracias a esa vocación de líder y a la capacidad analítica que lo acompañó durante tantos años, Rudy Reyes tomó el mando del equipo de Arroyo Naranjo en el campeonato provincial de primera categoría y lo ha llevado a lo más alto del podio durante dos campañas consecutivas, para llevar a la fanaticada azul un mensaje claro de sus aspiraciones futuras y demostrar que su historia en los terrenos aún no ha terminado.
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Rudy reyes salavaje en las pagina de la historia de los azules de la capital desde que despunto con anglanda siempre lo hizo biemm una estrella.Lo uniko que se retiro en silencio como unos cuantos , dela historia del beisbol cubano. Pero si una estrella bueno de los buenos el yuyo reyes
Fue el único en sacar la cara frente a un equipo de grandes liga cuando el presidente Obama visito Cuba..... HR!!!!!
Merecido homemade para un digno pelotero
Me encantaba ver a mi Rudy jugar ruego Por que sea mi coach de tercera muy inteligente en el juego lo necesitamos
Yo creo en él, hay que darle una oportunidad. Es un guerrero. Ojalá que sea pronto.