Pocos equipos –para no ser absolutos– pueden aguantar esa tormenta de lesiones que ha atacado a los Industriales casi desde el inicio de la temporada, y aun así, después del primer cuarto de competencias, mantenerse en el pelotón de vanguardia, a solo media rayita del líder.

Perder por varios días a sus tres jardineros titulares y a otros lanzadores y jugadores de posición que de forma intermitente han tenido que ausentarse de los terrenos, es algo bien serio para cualquier conjunto, mucho más por la tremenda paridad que existe en nuestros campeonatos nacionales, donde esos equipos invencibles que arrollaban a sus contrarios son cosas de otros tiempos.

Haber salido victoriosos en el 70 % de sus primeros desafíos (14 de 20) bajo esas condiciones y teniendo en cuenta que no poseen un cuerpo de lanzadores de profundidad, se puede catalogar como una proeza.

Los azules de Guillermo Carmona, después de barrer a los Piratas de la Isla, son los terceros que más carreras han anotado en la temporada (133), y los cuartos en departamentos tan importantes como average ofensivo (317), extrabases (56) y cuadrangulares (19). Desde el montículo han sorprendido a especialistas y aficionados y son primeros en ponches propinados (116), terceros en average de contrarios (276) y cuartos en promedio de carreras limpias (4,67) y whip (1,54).

Su defensa, aunque ha sido deficiente (967 ave), ha ido mejorando poco a poco con los días y ha funcionado bastante bien en situaciones claves de los partidos.

Desde el punto de vista individual, tres hombres que por distintas razones no pudieron aportar lo suficiente
en la campaña anterior, se han tirado el equipo al hombro: Jorge Luis Barcelán, líder de los bateadores con 433 de promedio, Jorge Enrique Alomá con 420 y Lisbán Correa con sus siete bambinazos y sus 23 remolcadas, líder del conjunto en esos dos departamentos ofensivos.

Si a ese trío le sumamos el empuje del capitán Stayler Hernández (367 ave) y la productividad de Yoandry Urgellés, tenemos que entre los cinco han remolcado 94 carreras para el plato, más de lo que suman cinco equipos completos en la competencia.

En el montículo no solo tienen a Andy Rodríguez, el mejor apagafuegos de la contienda con sus seis juegos salvados, sino a tres de sus cinco abridores con promedio de limpias por juego por debajo de tres: Bryan Chi (2,37), José Pablo Cuesta (2,28) y Eddy Abel García (2,01).

Aún es muy pronto para vaticinar una gran temporada, pero sin duda esa garra y esa disposición para sortear obstáculos la hemos visto otras veces en equipos ganadores.
Soñar no cuesta nada.